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Como el organismo del ser vivo puede disolverse en espacio vacío, este organismo y la creación producida por él no puede constituir el propio ser, sino, al contrario, únicamente su manifestación  1979. Como, desde el punto de vista de la sustancia, un espacio vacío es lo mismo que «nada», ¿cómo pueden surgir realidades o hechos palpables de «nada»? De absolutamente «nada» es imposible que surja «algo», del mismo modo que «algo» nunca puede convertirse en absolutamente «nada». Es por esto que hemos podido constatar que todos los fenómenos creados no constituyen de ninguna manera lo absoluto o la realidad con que se presentan a los sentidos, ya que podemos llevarlos mentalmente a su origen de constituir solamente «espacio vacío». Este «espacio vacío» no puede, por lo tanto, formar ninguna «nada» absoluta. Por consiguiente, nos vemos obligados a reconocer este «espacio vacío» como «algo que es». Su aparición como «espacio vacío» sólo se debe, así pues, a que es absolutamente inaccesible a la percepción. A «este algo que es» ya lo conocemos por análisis anteriores como el punto fijo de la propia vida, o sea, el elemento del yo eterno que se experimenta como la sensación de centro dirigente en todos los seres vivos. Como por sí mismo no tiene ningún análisis, ya que existe antes de lo creado y existe después de lo creado, no puede ser idéntico a lo creado. Vemos, al contrario, que todas las cosas proceden de él y regresan a él. De este modo, es visible aquí como el origen y fundamento de todos los fenómenos creados. A este yo, en conexión con el movimiento surgido de él, que por medio de los sentidos se experimenta como creación que, a su vez, es lo mismo que manifestación y experimentación, lo conocemos como «el ser vivo». Lo que experimenta y manifiesta a través del organismo del ser vivo, o sea, el verdadero núcleo del ser, es totalmente inaccesible para la percepción. Lo que vemos del ser vivo es, por consiguiente, su organismo y otras expresiones en forma de manifestaciones o creaciones. Pero como todas estas manifestaciones o creaciones son ilusorias, dado que pueden revelarse como espacio vacío, es imposible, por consiguiente, que puedan expresar lo verdaderamente fundamental o vivo del ser, sino que, al contrario, sólo expresan la manifestación de este ser vivo.


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