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Ciclo-A, ciclo-B y el tiempo que dura la reencarnación en el ciclo-A  1962. Mientras todas las vidas físicas conjuntamente constituyen la culminación del paso cósmico por el ciclo de espiral o la reencarnación en su totalidad, el paso por la vida terrena constituye el paso por el ciclo de espiral que cada vida terrena forma con su vida física y espiritual conjuntamente. Al primer ciclo lo llamaremos «ciclo-A» y al último «ciclo-B». «El ciclo-B» es, por consiguiente, un ciclo cósmico en miniatura. Aquí la vida sigue los mismos principios que en el ciclo-A, pero la zona de despliegue de cada energía básica no es tan grande como es el caso en el gran ciclo. Cada ciclo-B es un eslabón en la construcción del ciclo-A y, por consiguiente, sólo es una localidad de la totalidad de este ciclo. El gran ciclo cósmico de la espiral o ciclo-A está, por consiguiente, construido por una cadena de ciclos de vidas terrenas o ciclos-B. Pero éstos no cubren, sin embargo, todo el ciclo de la espiral, dado que en ciertas zonas del ciclo-A no existe la reencarnación o el estado de renacimiento total. La reencarnación cesa con el abandono del verdadero reino humano por el ser y, de este modo, no existe en el reino de la sabiduría, el mundo divino y el reino de la bienaventuranza. Su principio comienza a partir de la entrada del ser en el reino vegetal.


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