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| Cómo el cumplimiento del mandamiento del amor al prójimo es el cumplimiento de todas las leyes y hace que el ser sea uno con Dios | 1959. Y cuando cada ser de una sociedad tiene esta actitud, esta sociedad sólo puede ser paradisíaca. Todos los mundos superiores, los físicos y los espirituales, están, precisamente, formados por seres que han aprendido a crear de una manera absolutamente lógica y perfecta. Y como toda creación lógica sólo puede ser absolutamente lógica en virtud de que es para alegría y bendición de seres vivos, se comprende que el mandamiento del amor al prójimo, «amarás a tu prójimo como a ti mismo», es el cumplimiento de todas las leyes. Esto se hace aún más visible porque este prójimo, es decir, cada ser vivo con el que entramos en contacto, es un órgano de la mentalidad y el cuerpo de Dios. Dios percibe y experimenta a través de ellos. Amando a estos «órganos», sirviéndolos, siendo una alegría y una bendición para ellos se sirve a Dios y se le ama sobre todas las cosas. Que en este estadio se es, así, uno con Dios, uno con su mentalidad y organismo, uno con su voluntad y fuerza creadora, y que precisamente esto es ser iniciado, tener conciencia cósmica y que, de este modo, esto es a su vez el único y absoluto gran objetivo de todas las experiencias de oscuridad y sufrimiento es, así pues, comprensible. Sin este contraste, una conciencia tan perfecta y elevada no podría ponerse de relieve. |
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