Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(1591-1938) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

La sensación sexual culminante es la incorporación de las partes a la propia atmósfera o aura de Dios  1921. Dado que, como hemos dicho, los órganos sexuales son órganos de las caricias, constituyen así los más elevados y más nobles órganos que un ser puede tener. Son los órganos o instrumentos sensoriales para la emisión y recepción de simpatía del ser o creación de la más alta unión o fusión física y espiritual de la manera que tienen dos seres de percibir la vida, de modo que se convierta en una percepción común. Aquí el espíritu se une con el espíritu. El espíritu de cada una de las partes llena el espíritu de la otra. Y estas dos partes, durante los pocos segundos que dura el acto, están unidas en su experimentación culminante de la vida. En esta experiencia son uno con Dios. Lo que en el momento dado centellea en el organismo físico y espiritual de las partes es aura del propio Dios. Dios cubre con su sombra a Adán y Eva. La propia sensación culminante no se encuentra en la dimensión de espacio y tiempo. No es una vivencia detallada de tipo cerebral. Solamente es un abandonarse a la sensación culminante de placer producida por la relación y contacto físico u orgánico con la otra parte. Es en esta fusión orgánica de las partes que se activa la experiencia divina de bienaventuranza. De este modo, en el momento del clímax del acto sexual perfecto las partes son, la una para la otra, una revelación de Dios, es más, una convivencia totalmente palpable con el Padre eterno. Las partes experimentan conjuntamente en carne y sangre un destello del reino de los cielos. La sensación que se tiene de este acto en el momento de clímax es soberana en su naturaleza. En todas partes donde normalmente se manifiesta, es un encuentro con el más alto reino del ciclo de espiral. Es un encuentro con la esfera del propio Dios: el mundo divino, independientemente de en cuál de los otros reinos del ciclo de espiral tenga lugar este clímax. El clímax sexual en su forma más pura es una sensación directa de la cercanía o presencia de Dios, independientemente de que las partes tengan o no conciencia de ello.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.