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(1591-1938) 
 
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Lo que da lugar a la atracción sexual entre seres del mismo sexo  1910. Cuando un ser es atraído sexualmente por su mismo sexo, esto se debe, naturalmente, a un hambre provocada por su polo contrario. Su polo ordinario no podrá jamás hacer que se sienta atraído sexualmente por su propio sexo. El polo ordinario del hombre es el polo masculino, mientras el polo contrario y nuevo del hombre es el femenino. Pero como un polo masculino es imposible que dé lugar a una atracción hacia lo masculino en otro ser, sólo puede ser el incipiente polo femenino del hombre lo que crea su atracción hacia su propio sexo. Como, así mismo, es imposible que del polo femenino de la mujer surja una atracción sexual hacia lo femenino en otro ser, sino que sólo puede dar exclusivamente lugar a una atracción hacia lo masculino, sólo es su incipiente polo masculino el que da lugar a su atracción sexual hacia su propio sexo. Aquí no se tiene, naturalmente, en cuenta la situación que puede surgir cuando seres del mismo sexo se ven obligados a estar juntos durante largo tiempo sin ninguna posibilidad en absoluto de trato con seres de sexo contrario, tal como a veces sucede con soldados en el frente y presos en campos de prisioneros y cárceles. Este obstáculo para la satisfacción natural de su necesidad sexual conduce inevitablemente al onanismo. Que esta necesidad sexual pueda llevar a los seres a ayudarse mutuamente con este onanismo no significa que estos seres estén orientados sexualmente hacia su propio sexo. Al contrario, tienen que imaginarse algún ser de sexo contrario como su pareja sexual. Lo mismo puede también decirse de muchos de los seres que sólo acuerdan el acto bipolar por dinero o para obtener un beneficio. Sólo piensan, naturalmente, en un ser de sexo contrario como objeto de desencadenamiento del acto y no en la pareja de su propio sexo, con la que tiene lugar el acto. El acto sólo es, de este modo, una experiencia imaginaria, un acto artificial, un onanismo un poco más amplio que el acto solitario que el ser, si no, tiene que realizar consigo mismo, y en cuyo caso sólo puede, naturalmente, tener al ser de sexo contrario en su imaginación. En realidad, tales seres todavía tienen la orientación sexual denominada «normal» y, tan pronto se presente la oportunidad, buscarán el acto, para ellos totalmente natural, con seres de sexo contrario.


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