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| Los hombres-H e I son discípulos natos para estar al servicio de la redención del mundo | 1883. Son seres del tipo de hombre-I los que en Oriente viven como hombres sabios y eremitas en regiones apartadas. También los hay, naturalmente, en las zonas muy pobladas de la civilización o la cultura, pero aquí viven entonces modestamente y ocultando su verdadero alto estándar espiritual. Se hacen notar como extremadamente serviciales y amorosos. Tras su modesta manifestación externa, se ocultan frecuentemente, además de su gran madurez espiritual, grandes talentos artísticos, de modo que, a veces, también se puede encontrar al hombre-I en las filas de los grandes artistas. Pero está en contra de toda forma de adulación y adoración por parte de sus semejantes y las autoridades públicas. No tiene ningún deseo de hacerse notar. Tiene una gran comprensión y un gran amor hacia todos los hombres y encuentra una alegría muy grande en realizar alguna misión o servicio para la evolución humana y cultural de la humanidad. Tanto el hombre-I como el hombre-H son, de este modo, discípulos y ayudantes natos dentro de la zona de la redención del mundo. La transformación de los polos del hombre-I está tan avanzada y ha evolucionado tan armoniosamente, que ya no puede enamorarse ni del sexo contrario ni del propio. |
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