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| «Hombre-D» u hombres que son demasiado femeninos y mujeres que son demasiado masculinas | 1851. Tras haber pasado la zona-A, B y C y la culminación e incipiente degeneración del reino animal o de la rama del fuego supremo de los seres unipolares, vamos a continuar con los análisis de la zona siguiente, que denominamos «zona-D» y a cuyos seres los denominaremos «hombre-D». En esta zona, los seres carecen casi totalmente de interés por la vida matrimonial común, normal. Su facultad de enamorarse del sexo contrario ya no existe o en todo caso sólo como un fenómeno rudimentario. Su apariencia es todavía la de un hombre y una mujer, pero en estos hombres y estas mujeres el polo contrario es tan prominente que domina al ser. Por lo tanto, en esta zona vemos hombres que son demasiado femeninos o afeminados, y mujeres que son demasiado masculinas u hombrunas en su conducta cotidiana. |
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Síntesis