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| Cuando las disposiciones para la simpatía están totalmente desarrolladas en el ser | 1815. No, no hay ningún otro camino que el que la propia naturaleza está creando en la propia psique del hombre concreto en forma de desarrollo de las disposiciones para la simpatía hasta una perfección tal, que el amor total al prójimo se convierta en un talento y, con ello, en una función habitual, evidente, cotidiana. Cuando este talento es perfecto, y el individuo se ha convertido en este campo en un verdadero artista de la vida, es decir, en un verdadero genio en moral, entonces la guerra y la discordia y el consiguiente karma o destino oscuro han terminado para él. Un ser así, iniciado, o un ser que ha experimentado el gran nacimiento camina confiado por todas las esferas, zonas y planos. Todas las sombras de la oscuridad tienen que retroceder ante la luz del amor y de la comprensión, que todo lo abarca, de este ser divino iniciado. Dicho ser es, en estado de conciencia diurna despierta, uno con la voluntad, la comprensión y la creación de la Divinidad o Padre. En verdad, en el interior de este ser hay el reino de los cielos, el calor de la paz que eliminará el frío de la guerra y de la muerte, derretirá los icebergs mentales de la esfera humana terrena mediante los cuales la humanidad terrena todavía se sirve de cámaras de tortura y de gas, explosiones y máquinas de guerra, etc., para así poder duplicar su capacidad de llevar sobre su prójimo muerte y miseria, ruina e invalidez. |
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