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(1591-1938) 
 
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Por qué dejar que tradiciones anticuadas, basadas en opiniones de la gente, en la ingenuidad y la superstición cierren el paso a un estudio veraz de las disposiciones a la simpatía o el verdadero principio del amor al prójimo, sin el cual es imposible crear una paz mundial absoluta  1810. Pero, cuando sucede que toda la desdicha humana terrena tiene su más profunda raíz en las disposiciones para la simpatía, ¿por qué no tener una actitud abierta y sincera ante todo lo que pueda tener importancia para poder ver estas disposiciones de una manera científica? ¿Por qué dejarse guiar por opiniones de uso corriente entre la gente y tradiciones dogmáticas basadas en ignorancia y superstición? ¿Por qué dejar que un sentimiento no intelectual o animal cierre la propia inteligencia, la facultad por medio de la cual el problema puede observarse con facilidad y convertirse en realidad? Miles de hombres alrededor del mundo tienen, verdaderamente, una facultad de la inteligencia que sobrepasa largamente la capacidad que se necesita o se requiere para ver el significado luminoso y la utilidad que la estructura sexual o las disposiciones para la simpatía están destinadas a originar u ocasionar en la humanidad. Es más, incluso puede decirse que la paz permanente, deseada por todos los hombres terrenos, nunca podrá llegar a ser una realidad total, mientras los seres vivan en la superstición y el engaño con respecto a la evolución de las disposiciones o función orgánica que es el fundamento de la simpatía o amor al prójimo; una verdadera paz mundial total no puede existir sin ser idéntica a este amor.


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