Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(1591-1938) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

El fuego supremo como la más alta fuente de calor mental o cósmico de la vida  1800. Cuando, de este modo, es un hecho que la psique de la humanidad terrena va camino de una primavera cósmica, es decir, hacia estados mentales menos duros, donde la brutalidad y la falta de consideración, la injusticia, la persecución y la opresión son regiones de hielo que se están deshelando, tiene que haber algo que ocasione este calor mental. Es imposible que haya eclosión de primavera, primavera y verano sin calor, del mismo modo que es imposible que exista el verdadero invierno o se cree su dominio sin nieve, heladas y frío. ¿Qué es, entonces, esta fuente de calor de verano mental o cósmico que, de este modo, puede decrecer y crecer y, con ello, dar lugar, de modo correspondiente, a la aparición y desaparición alternativa del invierno y el verano? De hecho, ya sabemos que esta fuente de calor existe como «el fuego supremo», y que este fuego es el principio sexual que existe en el ser vivo. Sabemos que únicamente este principio es la base de la disposición a la simpatía de este ser. Es este fuego el que, de esta manera, determina la simpatía y antipatía de los seres y, con ello, crea el verano e invierno mental y las transiciones climáticas mentales entre estos dos extremos, a saber, la primavera y el otoño del ciclo de la espiral. Como es este fuego el que, de este modo, determina las estaciones psíquicas del año, invierno y primavera, verano y otoño, en realidad es el mismo fuego el que estimula toda percepción, creación o manifestación y experimentación. Aquí nos encontramos junto a la fuente de la vida misma. Lo único que está por encima de esta fuente es su origen eterno, a saber, el algo o «X1» eternamente existente.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.