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(1591-1938) 
 
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La única vida verdadera que existe y la única muerte verdadera que existe  1792. Pero, ¿cómo podría, entonces, existir esta facultad de experimentar sin ser estimulada por medio de órganos creados para ello? ¿Por qué este estado de experimentación no tendría que tener lugar, al igual que todas las otras experiencias, como una reacción de energía? ¿Y cómo tienen que poder reaccionar las energías si no son dirigidas? ¿Y cómo van a poder ser dirigidas si no es por medio de instrumentos u órganos para esta dirección? Y como el objetivo de esta dirección es crear experiencias en una escala de sensaciones de la vida que limita con la culminación de la oscuridad y la culminación de la luz, con la culminación de una existencia imperfecta y la consiguiente forma más baja de bienestar normal y con la culminación de una existencia perfecta y la consiguiente forma más perfecta de bienestar normal, el objeto de atracción es alternativamente la culminación de la oscuridad y la culminación de la luz. Como la culminación de la luz es, a su vez, la culminación o cumbre de la experimentación de la vida, mientras la culminación de la oscuridad es el punto más bajo, el despliegue menor o la forma latente de la experimentación de la vida, puede decirse que estas dos formas de vida son los mayores contrarios o contrastes de la existencia. Estos dos contrastes, la luz y la oscuridad, son, en realidad y de modo correspondiente, «la única vida existente» y «la única muerte existente».


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