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El ciclo de espiral no es, en oposición a los ciclos materiales, un ciclo «exterior», sino un ciclo «interior» | 1775. En este ciclo no hay nada exterior que se abandone ni nada exterior que venga, tal como sucede con los ciclos materiales. Día, noche, mañana y tarde, verano e invierno y los demás ciclos físicos sólo son acontecimientos exteriores en los que se encuentra el ser vivo y que, por consiguiente, sólo puede experimentar como algo exterior. El ciclo cósmico de espiral es, al contrario, algo interior. Es una transformación de la propia estructura del anhelo o del deseo del ser vivo, de modo que los anhelos o deseos se satisfacen o cumplen a favor de la aparición de nuevos deseos y anhelos. El ser vivo nunca puede estar sin deseos. Uno de sus principios eternos es, claro está, el deseo primario, en él se basan todas las formas existentes de deseos y anhelos de la vida diaria y su satisfacción. |
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