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(1591-1938) 
 
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Todos tienen ahora que dirigir su investigación hacia el amor universal o amor al prójimo  1735. Ahora hemos visto que este objetivo o finalidad sólo puede ser la creación y el logro de la paz, tanto para el individuo concreto como para la totalidad de la humanidad. Como la paz sólo puede basarse exclusivamente en el amor al prójimo, de hecho, es el propio amor al prójimo, ahora debemos dirigir nuestra mirada hacia la fuente más íntima del factor más profundo de nuestra conciencia. Que se trata, precisamente, de la comprensión y el desarrollo del amor tendría que ser evidente para cualquier hombre normalmente dotado e intelectual, dado que ahora es un hecho inalterable que no hay nada que la humanidad necesite más y de lo que tenga más hambre que, precisamente, simpatía o amor. ¿Y de dónde tiene que venir este amor si cada individuo concreto no quiere poner manos a la obra y hacer lo que se pueda hacer para desarrollarlo en su propia naturaleza? Actualmente es mucho más necesario que tanto enseñanza escolar y formación universitaria como otras formas de desarrollo humano. De hecho, ha resultado que esta ampliación de la conciencia, esta adquisición de conocimientos han conducido a la humanidad directamente a la guerra y la mutilación, la muerte y la ruina allí donde faltaba amor al prójimo en la psique del receptor. Sólo el necio o un materialista ignorante pueden ahora trabajar en contra de la propia ciencia del amor. Por consiguiente, ahora todos tienen que dirigir su mirada hacia el amor universal o más concretamente designado como amor al prójimo.


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