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| Porqué el modo de ser de Jesús era impensable como modelo del modo de ser humano terreno | 1726. A través de los análisis antecedentes no es difícil ver porqué Jesús era «uno con el Padre» y porqué era percibido como «nacido de una virgen», como «concebido por el espíritu santo», o como teniendo directamente al propio Dios como padre. Estaba totalmente animado por unos sentidos con una capacidad que está tanto por encima de la función del instinto como de la función de la inteligencia. Revelaba sabiduría con autoridad, ya que hablaba a partir de su propia facultad de experimentar, una forma de experimentar que no era de este mundo, sino que de forma despierta consciente le permitía percibir en contacto con el tono básico del universo, le permitía estar por encima del espacio y el tiempo, le permitía ser uno con la eternidad, el infinito y, de este modo, ser uno con la inmortalidad y su Padre eterno. Que un hombre con tal psique fuera percibido como un ser sobrenatural o de otro mundo, que ningún hombre terreno podía imaginarse imitar, ni siquiera en lo más mínimo, es algo natural. Que la Providencia hubiese previsto que la manera de actuar de este ser tenía que ser un modelo para la actuación de todos los hombres era impensable. Poder amar a su prójimo como a sí mismo era algo orgánicamente imposible para seres acentuadamente de sexo masculino y de sexo femenino. Su estructura orgánica sólo podía causar alegría con el enamoramiento y la posesión de un ser o unos seres del sexo contrario. |
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