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(1591-1938) 
 
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Cómo «el amor universal» es una nueva dimensión de los sentidos que es el fundamento de que los seres aparezcan con «conciencia cósmica», como «Mesías» o «redentores del mundo»  1725. Debido a este estado mental, a esta especial hambre mental, el ser ha entrado en su última gran fase dimensional. En realidad, ha adquirido una nueva facultad de percepción. Mientras anteriormente percibía más o menos con el instinto y el cerebro, ahora percibe en virtud del corazón, es decir, con su nuevo sentido del amor. El tono básico del universo, el amor universal que, en realidad, domina todos los fenómenos es un mundo, un elemento que está presente, pero oculto para la gran mayoría, del mismo modo que la luz está presente, pero oculta para el ciego. Pero del mismo modo que la presencia de la luz poco a poco, a lo largo de miles y miles de años, hizo que surgiese la vista en el ser vivo, el tono fundamental del universo o amor universal también hace que en el ser vivo surja el sentido del amor universal. En virtud de este sentido, el ser está preparado para verlo exclusivamente todo a la verdadera luz del amor universal. Este estado también tiene, naturalmente, su ciclo, y en su comienzo sólo es una percepción vaga. Pero, poco a poco, la percepción vaga se va convirtiendo más y más en intuición y, por consiguiente, en certeza. Con ayuda de la inteligencia, a esta certeza o conocimiento se le dan palabras y expresiones en la zona física. Si los seres a los que tiene que transmitirse este conocimiento cósmico están menos desarrollados o son primitivos, este conocimiento se reviste de imágenes mentales o parábolas adecuadas a la facultad de cognición de estos seres. Si, al contrario, los seres a los que tiene que transferirse este conocimiento cósmico son seres evolucionados intelectualmente, se presenta como análisis totalmente reales. Y a estos análisis se los denomina «análisis cósmicos». Sólo por medio de estos análisis puede revelarse la solución del misterio de la vida. Este sentido o esta facultad del amor universal convertidos totalmente en vida son el fundamento de que los seres aparezcan como «mesías», redentores del mundo y sabios.


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