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Porqué las religiones no pueden salvar a la humanidad  1665. Pero como un estado mental así sigue dejando que el individuo sea un ser de lucha, un guerrero, un homicida o asesino, las religiones no pueden de ninguna manera salvar a la humanidad, del mismo modo que desde el punto de vista cósmico esto no ha sido, naturalmente, su tarea. Sólo están previstas para ser como un puente hacia una actitud frente a la vida todavía más elevada que, finalmente, le puede dar al individuo acceso al paraíso, del que una vez fue «expulsado». Sin embargo, la «Biblia» y las demás tradiciones religiosas más importantes del mundo no han podido evitar tener que remitir a la creación de la oscuridad en sí en forma de la narración sobre «la serpiente» y «la caída del primer hombre», pero sólo para favorecer la ruina de esta época. Y es por esto que, en la aparición de los relatos y las tradiciones religiosas a favor de la luz, vemos la primera incipiente formación de la forma de época mental que pondrá al individuo en contacto con el último mandato de Dios: «hágase la luz». Y las incipientes tradiciones de esta época en la mente humana terrena es lo que poco a poco se va conociendo como «lo bueno».


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