Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(1591-1938) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

La humanidad terrena es la sociedad de seres más desdichados de la Tierra  1627. Pero aparte de esta degeneración del sistema de apareamiento heredado del reino animal y la consiguiente ruina del denominado «matrimonio perfecto», la degeneración también tiene otros muchos síntomas, a saber, todos los estados sexuales perversos, anormales o enfermizos que acaban en todas las formas existentes de sadismo y asesinato sádico. Cuando consideramos todos estos fenómenos sexuales, no se puede negar que estamos ante un tiempo sexual «oscuro», del mismo modo que nos encontramos en un tiempo físico o intelectual oscuro. El principio mortífero, con sus matanzas y mutilaciones, aflicciones y desgracias, necesidad y miseria, intolerancia política y religiosa, además de la citada degeneración sexual, confirma o prueba, de este modo, que la humanidad terrena es la sociedad de seres más desdichados de la Tierra. Es cierto que los animales se persiguen y matan mutuamente, pero sólo lo hacen debido a un instinto natural de conservación. Las fieras tienen que tener carne para vivir. Pero los hombres matan y asesinan, no como una condición de vida, sino por ambición, codicia e intolerancia. No tienen en absoluto ninguna razón condicionante de vida para su persecución, robo y saqueo, para abrirse paso a codazos a costa de otros, para sus guerras y destrucción de cultura, para su odio de razas y envidia. La humanidad posee toda la Tierra que, en realidad, es tan inmensamente rica y está tan llena de posibilidades estimuladoras de vida que la humanidad terrena, incluso con doble cantidad de individuos, podría vivir despreocupada y en un paraíso o encontrarse en una época cultural con fantásticas cimas en relación con la existencia de sótano o cieno en la que hoy, como una inválida, avanza a tientas.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.