Lee y busca en El Tercer Testamento
| Porqué nadie necesita inquietarse por la evolución sexual o transformación polar del hombre | 1624. Pero aunque el amor al prójimo es, de este modo, natural para el investigador evolucionado o para los grandes guías espirituales de la humanidad, esto no implica que sea fácil de comprender para el hombre más corriente. Es cierto que a través de todos los otros capítulos y análisis de «Livets Bog» hemos demostrado que se trata de deshabituarse del presunto «mal» y adquirir la facultad de ser bueno, ser comprensivo y perdonar. Pero cuando, a pesar de todo, se existe como un ser que está orgánicamente construido para sólo poder amar a seres del sexo contrario y, por consiguiente, se siente la mayor felicidad estando unido o vinculado a un ser así, puede ser bastante inquietante pensar que esta felicidad no es permanente. ¿Cómo se puede directamente creer o comprender que esto pueda ser cierto? La respuesta tiene que ser que esto no necesita en absoluto ser ningún asunto de creencia. Si uno se siente verdaderamente feliz al cien por cien en su matrimonio, esto sólo indica que la forma futura de existencia mencionada aún no tiene ningún mensaje para él ni ninguna relación con él. En una situación así, si se es un hombre hay que recordar seriamente que se está sujeto a la ley que dice: «Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y unirse ha con su mujer, y serán dos en una sola carne». Si se es una mujer se está sujeto a la misma ley que, entre otras cosas, dice: «... y tu deseo estará en tu marido y él te dominará». Y si uno es feliz al cien por cien dejando que su vida o su existencia cotidiana sea un cumplimiento de esto, el nuevo estado de vida futuro anunciado o el verdadero reino humano carece, claro está, totalmente de importancia. Todavía no se forma parte de esta clase de seres o de esta futura y nueva zona de existencia y, en este caso, se tiene que vivir en el cumplimiento de la ley de Moisés o moral de vida de la vieja zona matrimonial de existencia. |
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