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| La tendencia a buscar una providencia no ha sido inventada por hombres, sino que contrariamente es una función orgánica que hay en cada ser vivo | 1613. A pesar de todo, esta forma de existencia es imposible que se borre totalmente de la conciencia de los seres. Esta forma superior de experimentación de la vida ha dejado tras sí un pequeño germen imborrable, o mejor dicho, una pequeña semilla en lo más profundo del interior del hombre, que no ha podido de ninguna manera ser destruida, a pesar de que las transformaciones polares externas han creado tempestades, dolores y sufrimientos enormes y depositado una oscuridad superficial exterior sobre sus recuerdos de aquel mundo sobrenatural o celestial, que una vez abandonó. Esto se muestra por el hecho de que, a lo largo de todo el camino a través de los estadios de la oscuridad, vemos en el ser una tendencia a buscar una fuerza desconocida superior cuando está en peligro de muerte. En animales, tan avanzados en su evolución que pueden producir sonidos, esta búsqueda se desencadena en forma de grito de angustia. Estos seres no tienen, naturalmente, ninguna noción detallada y con conciencia despierta diurna de lo que han desencadenado. Esto tiene lugar, como quien dice, de una manera automática al cien por cien en cada circunstancia en que el ser está en peligro de muerte. En el hombre, más avanzado evolutivamente, esta tendencia del ser se ha convertido en un fenómeno del que tiene conciencia diurna despierta. Esta tendencia es la base de su fe religiosa. El ser presiente a través de ella una providencia que guía, a la que se dirige en situaciones en las que todos los otros caminos están cerrados o son intransitables. Cuando el ser es abandonado por amigos, es perseguido y tiranizado por enemigos, sufre un daño o es objeto de un accidente, enferma y sufre, y en todas estas situaciones está desamparado, entonces su orientación mental orgánica es llevada a pensar en la ayuda de esta providencia. Esta tendencia en sí de buscar en dirección a la Providencia no es, por lo tanto, nada inventado por los hombres. Dicha tendencia es una función orgánica que muestra un eslabón fundamental de la estructura del universo entre el ser vivo y la naturaleza que lo rodea. |
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