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| «El fuego supremo» es la espada de fuego de la Divinidad y del hijo de Dios. Es la varita mágica de las aventuras y cuentos de hadas | 1609. Como «el fuego supremo» transforma al ser vivo en un ser unipolar y, de este modo, hace del «feminismo» y «masculinismo» estados corporales especiales del ser, el acceso del ser vivo a la experimentación de lo contrario a su verdadera identidad eterna se mantiene. Sin esta experiencia no podría jamás experimentar su identidad. Porque la oscuridad mental es exclusivamente el único material por medio del cual puede evidenciar su verdadera existencia luminosa. Sólo con «lo creado» puede evidenciarse «lo no creado». Sólo con «el tiempo» y «el espacio» puede evidenciarse «la eternidad». Sólo con «la muerte» puede evidenciarse «la vida» y así ser accesible por la percepción o experimentación. El fuego supremo es, por consiguiente, un fenómeno por medio del cual tiene lugar toda creación, toda percepción, toda experimentación de la vida. Es «la espada de fuego» viva tanto de la Divinidad como del hijo de Dios. Es «la varita mágica» de las aventuras, de los cuentos de hadas. Es con él que «el brujo» hechiza al hijo del rey o a la princesa. Y es con él con el que la luminosa «hada» salvadora o «el ángel» rompe el hechizo y lleva tanto al príncipe como a la princesa hechizados de regreso a la luz y a la realidad o a su dignidad real originaria. |
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