Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(1591-1938) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

Lo que condiciona el principio masculino en su forma más pura en el ser  1595. Con respecto al principio «masculino» en su forma más pura, este principio condiciona que el ser, aparte del «amor paterno» mencionado, sólo pueda exclusivamente tener interés en servirse a sí mismo. Por medio del principio «masculino» no puede surgir de ningún modo en el ser interés por ninguna creación o producción que no tienda directa o indirectamente a servirlo a él mucho más que a cualquier otro ser. Una manifestación de «amor al prójimo» verdaderamente altruista es, así pues, totalmente imposible en el estado «masculino» y la consiguiente estructura orgánica física y anímica al cien por cien unipolar. Pero, afortunadamente, las leyes eternas que condicionan la vida hacen que el ser «masculino» en cuestión no pueda vivir solo. Estas leyes determinan que la experimentación de la vida no consista solamente en procurarse alimento y defenderse o protegerse para no ser uno mismo alimento de otros seres, sino que esta experimentación de la vida también se base de una manera condicionante en la satisfacción de un apetito sexual. ¿Qué es un apetito sexual? Es un hambre anímica. En medio de su apetito de alimento físico, el ser «masculino» en su forma más pura también tiene, de este modo, un hambre de alimento para su alma. Mientras el hambre física consiste en apetecer «materia», de la cual el ser pueda construir y mantener su organismo físico, el hambre sexual o anímica consiste en apetito de «vida». En virtud de su estructura orgánica masculina el ser tiene apetito de una forma de «vida» especial y adecuada a esta estructura, con la que pueda suplir y mantener su propia «vida». El asunto u objeto de esta vida apetecida es la unión o fusión íntima, física y anímica con un ser de sexo contrario que culmina en el acto sexual, que llamamos «coito». Del mismo modo que el hambre física es el resultado de una función orgánica que origina el apetito de la comida o alimento necesario para el mantenimiento del organismo físico, el apetito sexual de fusionarse o experimentarse como uno con un ser de sexo contrario es, así mismo, el resultado de una función orgánica especial, por medio de la cual el ser mantiene o alimenta su lado anímico, su apetito de vivir o fuego de la conciencia, aparte de que este proceso también condiciona la reproducción corporal y de la conciencia de la especie en la zona física.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.