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(1053-1590) 
 
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La transformación de los polos desencadenada por "el fuego supremo" es el fundamento de toda creación de contrastes en el universo y, por consiguiente, de la ornamentación de la obra de arte que se llama vida  1577. Con la creación de esta percepción diferente de la misma cosa, se da por descontado que tenía que surgir la oscuridad, que las controversias, discordias y desavenencias entre los seres tenían que pasar a formar parte del orden del día en la parte del ciclo de espiral en la que la estructura orgánica de los seres les deja percibir la misma cosa más o menos diferente. ¿Cómo podría la Providencia, sin esta estructura orgánica, crear el principio contraste oscuro u oscuridad del ciclo de espiral? ¿Y no tiene, precisamente, que crear con la misma estructura orgánica el principio contraste luminoso o luz del ciclo de espiral? Si los sentidos de los seres no fueran transformados de modo que percibieran la misma cosa de la misma manera, que reconocieran la verdad auténtica, la verdadera estructura del mundo y sus leyes más importantes, la guerra, el odio y las desdichas no cesarían nunca. La verdadera bienaventuranza y la consiguiente paz mundial o reino de los cielos sería algo imposible. La transformación de los polos efectuada por "el fuego supremo" es, por consiguiente, un fenómeno absolutamente divino, dado que es el fundamento de la creación de toda formación de contraste en el universo y, por lo tanto, de la decoración y los detalles de la obra de arte eterna y siempre cambiante que se llama "vida".


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