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La experimentación sensorial del ciclo como principio tiene lugar a través del principio del hambre y la saciedad, no sólo en el ámbito de la alimentación, sino también en el de todos los otros fenómenos concernientes a la experimentación de la vida  1575. La experimentación sensorial del ciclo como principio tiene, por consiguiente, lugar a través de la sensación de hambre y saciedad. Cuando se tiene hambre, se tiene deseo de comer. Comer se siente como "agradable". Pero comiendo uno se sacia. Y al mismo tiempo que se produce la saciedad, la sensación de comer se transforma de "agradable" en "desagradable". Lo que antes se experimentaba como "agradable", se percibe ahora como "desagradable". Por esto se deja, precisamente, de comer cuando uno está saciado, y el no comer se ha convertido en "agradable". Pero a medida que la comida se ha digerido, la sensación de saciedad se transforma en sensación de hambre. Y comer se convierte de nuevo en "agradable". Pero no es solamente en el proceso de alimentación cotidiana que "la sensación de hambre" y "saciedad" hace que una manifestación se sienta alternativamente como "agradable" y "desagradable". Esto tiene lugar con todas las sensaciones sin ninguna excepción. No hay, por consiguiente, ningún disfrute que no tenga su estadio contrario en un ciclo, donde precisamente no es ningún "disfrute" ni nada "agradable", sino que, al contrario, actúa como algo "desagradable" para los sentidos. Es, precisamente, por esto que se modifican los usos y las costumbres. Los usos y las costumbres, de hecho, incluso los conceptos morales, que habían sido admitidos como ideales absolutos, siempre son inevitablemente rechazados como insatisfactorios por tiempos o generaciones posteriores. Lo que antes se consideraba bienestar mental satisfactorio o "placer" en la estructura de la vida cotidiana es, de este modo, experimentado o percibido posteriormente como algo "desagradable". Nuevas estructuras de la cultura, que se sienten como ideales y, por consiguiente, "agradables", sustituyen a las viejas para ellas mismas ser poco a poco experimentadas a su vez como "desagradables" o "insatisfactorias" y ser sustituidas por nuevas, que primero también se perciben como "agradables" para luego, posteriormente, ser sustituidas como "desagradables" y así sucesivamente.


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