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(1053-1590) 
 
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De la misma manera que la verdadera vida está oculta en un árbol durante su periodo invernal sin hojas, la verdadera sexualidad, o "fuego supremo", y la consiguiente vida perfecta también están ocultas en la sexualidad de los seres masculinos y femeninos,  1567. Esta diferencia de grado no es distinta a la diferencia de grado entre el tallo y las ramas de un árbol. Todos los placeres de los seres vivos, su facultad de sentir bienestar y malestar sólo constituyen un principio, una organización conjunta en forma del "principio sexual" o "el fuego supremo". Este fuego o principio se puede comparar con un gran árbol. Por lo que respecta a los animales, el instinto de apareamiento o de matrimonio es el tallo de este árbol, y todas las otras sensaciones de placer de este ser son las ramas. Pero, por lo que concierne al reino animal, este árbol está sometido a la muerte o al principio que rige el invierno en el ciclo de espiral. Es por esto que está despojado de follaje. Los seres animales son árboles sin hojas de la gran zona de invierno del ciclo. Los individuos del reino animal, en forma de "sexo masculino" y "sexo femenino", forman un bosque de árboles sin hojas. La vida verdadera o real, "el fuego supremo" o la verdadera sexualidad están igual de ocultos en el organismo y manifestación de estos seres que la verdadera vida de un árbol durante su periodo de invierno sin hojas. "El fuego supremo", la verdadera culminación del principio sexual se puede comparar, al contrario, con el árbol lleno de follaje, floreciente y cargado de fruta. Del mismo modo que en verano un árbol con su copa de follaje, sus flores y frutas, colores y olores rebosa de vida manifiesta y visible, el ser vivo también aparecerá con una copa de follaje rebosante de vida, en la cual las flores y la fruta, los colores y olores, en forma del más elevado intelectualismo o "conciencia cósmica", y su conocimiento y saber, en forma de "amor al prójimo", hacen de él un habitante de la zona de verano o "reino de los cielos" del ciclo de espiral, hacen de él un frondoso árbol lleno de follaje de un bosque de seres a "imagen de Dios".


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