Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(1053-1590) 
 
Búsqueda avanzada
Véase el símbolo nº 12 en nueva ventana    

 

La sensación de placer y malestar es variable, el ciclo de espiral o "el fuego supremo" como vínculo entre el yo y su experimentación de la vida  1565. Todos los matices de la experimentación de la vida, ya sean grandes o pequeños, son en su análisis más profundo matices del "placer" y del "malestar". "Placer" y "malestar" sólo son, a su vez, impresiones causadas por sensaciones o reacciones de los sentidos ante el contacto con cosas exteriores. Las cosas o fenómenos exteriores, que rodean a un ser vivo, producen en los sentidos del ser una sensación de "placer" y "malestar". Pero una cosa que se percibe como "desagradable" por un ser, puede simultáneamente percibirse como "agradable" por otro ser. Una cosa que es aburrida para un ser puede ser enormemente interesante para otro, del mismo modo que una cosa, que hoy le da a un ser un bienestar extraordinario y una gran alegría, más tarde puede percibirse por el mismo ser como "desagradable" o "asquerosa", a pesar de que la cosa en sí no haya cambiado. Y con la transformación de los sentidos también se transforma la percepción o experimentación de la vida. Y resulta que esta transformación de los sentidos y, con ella, la transformación de la percepción de la vida, está totalmente reglamentada. Pero así la percepción o experimentación de la vida es, por consiguiente, un fenómeno organizado. Esta organización de la facultad de reacción de los sentidos, y la consiguiente transformación de la experimentación de la vida, se nos muestra como idéntica al ciclo de la naturaleza, que, a su vez, en su análisis más elevado constituye "el ciclo de espiral". "El ciclo de espiral" es, así pues, en realidad lo mismo que una regulación racionalmente organizada de la facultad de percibir o experimentar la vida. Como es una organización de la propia facultad de experimentar la vida, el ciclo de espiral se encuentra por encima de esta facultad y se convierte, de este modo, por sí misma en el principio más importante y más elevado. Constituye el nexo entre el yo y su experimentación de la vida. Determina su sensación de deseo y desgana. Tiene su fundamento en "X2" y se ramifica hacia todos los sectores de "X3" y los domina totalmente. Como este ciclo constituye, de este modo, el supremo factor regulador de la estructura del ser vivo después del yo, reconocemos a este factor como idéntico al "fuego supremo".


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.