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(1053-1590) 
 
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La facultad de sentir deseo y aversión o sensación de placer y de malestar es el factor dirigente tras todas las formas de experimentación y manifestación de vida  1564. ¿Por qué han entrado estas disposiciones en el mundo? ¿Por qué el hombre terreno no puede seguir sirviéndose del principio mortífero tal como, precisamente, le estaba permitido y podía servirse en su lejano pasado? ¿Por qué se le llama a este principio mortífero "pecado" o "paga por el pecado", cuando anteriormente en la historia de la humanidad era adoración de Dios, era vida heroica, era el camino del pasado al favor de Dios y al "reino de los cielos"? Aquí se responderá quizá que es porque los hombres se han vuelto más sensatos y tienen más experiencias, son más inteligentes. Están cada vez más cansados de esta vida mental volcánica o con terremotos, que el principio mortífero o de persecución del prójimo es en sí mismo. Y esto es totalmente cierto, pero no es una respuesta exhaustiva ni definitiva del asunto de la transformación. Tiene que haber una causa que haga que el individuo elija y escoja, precisamente, lo que quiera con su inteligencia. Esta causa es la facultad del individuo de "sentir deseo y aversión". Si tras la inteligencia no existiera esta facultad, el individuo no necesitaría nunca su inteligencia. La inteligencia es, precisamente, un instrumento o una facultad por medio de la cual el individuo está cada vez más o menos en condiciones de liberarse de aquello hacia lo que siente "aversión" y establecer una conexión con las cosas por las que siente "deseo". La facultad de sentir "deseo" y "aversión" es, claro está, lo mismo que la facultad de sentir "placer" y "malestar", facultad que, a su vez, es la base de toda experimentación y manifestación. La sensación de "placer" y "malestar" es lo que dirige el instinto, el peso, el sentimiento, la inteligencia, la intuición y el recuerdo del ser. Esta facultad es, por consiguiente, la facultad madre de todas las otras facultades. Es la facultad primaria o el tablero de instrumentos por medio del cual el yo dirige toda su experimentación de la vida.


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