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La diferencia entre la estructura orgánica sexual del "hombre" y "la mujer" en la civilización actual no está tan fuertemente delimitada como en estadios precedentes de la escala evolutiva.  1559. Como, de este modo, es la estructura orgánica de los seres lo que condiciona su manera de comprender el amor o la simpatía hacia el prójimo, los seres con esta estructura orgánica sexual estarán exclusivamente predestinados a favorecer al "sexo contrario" y a perseguir al "propio sexo". Que en la civilización actual la relación con los seres del "propio sexo" no es tan drástica como acabamos de mencionar, sino que estos seres pueden, en alguna medida, tolerarse mutuamente, de hecho, incluso a veces ser muy buenos amigos, dejando aparte el caso de que directamente puedan enamorarse, convierte en un hecho que "los hombres" y "las mujeres" ya no se muestran con una naturaleza orgánica sexual de "ser especialmente masculino" y "ser especialmente femenino" tan fuerte o acentuadamente delimitada, como es el caso de los seres que se encuentran más abajo en la escala evolutiva. Y cuanto más crezca la humanidad terrena en su evolución, más se igualarán las diferencias entre "el hombre" y "la mujer".


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