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(1053-1590) 
 
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Véase el símbolo nº 12 en nueva ventana    

 

La luz y la oscuridad, la muerte cósmica, momento decisivo para "el hijo pródigo" en relación con el símbolo  1543. A la izquierda y a la derecha del símbolo hay una gruesa línea vertical. Entre estas dos líneas hay simbolizado un ciclo de espiral. En la parte inferior del símbolo vemos seis peldaños, cada uno con su color. A estos peldaños los conocemos de símbolos anteriores como expresión de los seis reinos de la espiral: reino del instinto, del peso, del sentimiento, de la inteligencia, de la intuición y del recuerdo. En el símbolo se ve claramente que este ciclo o segmento es simplemente una continuación de un ciclo precedente al otro lado de la línea a la izquierda, del mismo modo que continúa en un nuevo ciclo al otro lado de la línea a la derecha. En la parte superior tenemos el análisis principal de dos grandes contrastes: "la luz" y "la oscuridad", que, a su vez, son lo mismo que "la vida" y "la muerte". La zona oscura, que culmina en el segundo peldaño de la escala (el de color naranja), es "la muerte cósmica", es decir, "la muerte" que iba a convertirse en la consecuencia del "disfrute del árbol de la ciencia" y ser "la maldición" en la que la Tierra, por la misma causa, iba a ser envuelta. Es la esfera del dolor y del sufrimiento en sí, o la zona o forma de existencia que también se expresa como "infierno". Dado que los seres aquí son "no conscientes cósmicamente", es decir, han perdido su facultad de experimentar "lo eterno", y, por consiguiente, sólo pueden experimentar "lo temporal", creen que todo es "temporal", de hecho, incluso su propio yo es percibido como una simple masa de materia perecedera que ha surgido por medio del juego de fuerzas casuales. Esta ignorancia de los seres sobre su yo inmortal y sobre su identidad con la eternidad es su "muerte cósmica". Aparte de esta pérdida de "la conciencia cósmica" no hay ninguna otra muerte. Una muerte en el sentido absoluto, es decir, una aniquilación o cese total de la existencia sólo se encuentra como un contraste imaginario a la vida, no como una realidad verdadera o concreta. La única "muerte cósmica" que existe sólo consiste, por lo tanto, en que la experimentación de la vida se reduce de "lo eterno" a "lo temporal". "La muerte cósmica" es, así pues, la experimentación de la vida en una forma latente o en su estadio más bajo. Es el lado nocturno de la experimentación de la vida, que también puede expresarse como la esfera invernal de la experimentación de la vida. Aquí el invierno cósmico o las tormentas de frío del principio mortífero persiguen a seres y cosas. Y aquí los seres no pueden, por consiguiente, experimentar "lo eterno". Tienen que juzgarlo todo desde "lo temporal". Todos sus juicios se basan, por lo tanto, exclusivamente en perspectivas "temporales" y no en la misión y el lugar de los seres en "lo eterno". Por ello, no ven los resultados verdaderos de las cosas. Sólo ven los resultados puramente "temporales" o locales y no tienen ninguna idea del significado divino de estos efectos en la armonía o perfección de "lo eterno" o totalidad. Como, de este modo, sólo ven o experimentan los efectos del dolor o las sensaciones desagradables, pero les es imposible ver lo indispensables que son estos efectos en el proceso de su propio despertar de "lo temporal" a "lo eterno", experimentan todas las formas de malestar o toda la zona de oscuridad como una "maldición". Todavía no pueden, de este modo, ver la identidad de estos efectos con la luz o amor divino, que es el fundamento eterno de la vida del universo. La ilusión consiste, por consiguiente, en que los seres, como ya hemos dicho, sólo ven la vida como una "maldición". Un ser no puede estar más alejado de la realidad, de la Divinidad o de la verdadera vida. Aquí está el momento decisivo. Fue aquí donde "el hijo pródigo" comenzó a descubrir su vida imperfecta, comenzó a anhelar convertirse simplemente en uno de los jornaleros de su padre. Es aquí donde "el hijo pródigo" cambia de curso y vuelve a su padre, regresa de "la muerte" a "la vida". Y es aquí donde encontramos al hombre terreno.


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