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| Véase el símbolo nº 12 en nueva ventana |
| La verdadera "muerte" es lo mismo que pérdida de "conciencia cósmica" | 1534. "La muerte", que anteriormente hemos nombrado como formando la mitad del ciclo de espiral, es de una naturaleza totalmente distinta. En sí misma es una verdadera aniquilación de conciencia. Reduce el conocimiento del ser vivo, con lo cual éste degenera, se vuelve primitivo, ingenuo e ignorante, de hecho, va de tener conciencia de su propia inmortalidad y de su ser uno con el Padre y haberse experimentado por encima del tiempo y del espacio a un estado de vida bajo, en el que ha perdido totalmente su clarividencia cósmica y cree que su actual vida física es la única vida que ha experimentado y que con su cese cesará de existir. Cree sobre sí mismo que es materia sometida a fuerzas casuales, que es víctima de los caprichos casuales de la naturaleza y del antojo de otros seres. No tiene ninguna idea de que es el verdadero señor de su propio destino y, por consiguiente, de que él mismo es el origen de su eventual sufrimiento y dificultades, y que este estado primitivo se basa, precisamente, en su totalidad en "ignorancia", que, a su vez, es lo mismo que "conciencia cósmica perdida". Por lo tanto tampoco sabe que esta "conciencia cósmica perdida" o "la ignorancia", que, como consecuencia de ello, domina al individuo es la verdadera "muerte" o el estado que tenía que apoderarse de "Adán" o ser vivo como consecuencia del disfrute del "árbol de la ciencia del bien y del mal". Como este disfrute es el disfrute de la materia o interés por ella, esta hambre se ha vuelto tan intensa en "Adán" o ser vivo que ha dominado totalmente su conciencia cósmica originaria o conocimiento verdadero sobre su ente o yo inmortal y sobre la más profunda estructura del universo. Con esta ignorancia y gran merma en su percepción, el ser sólo puede percibirse como uno con la materia, uno con lo temporal, lo perecedero, es más, se siente directamente "uno con la muerte" en vez de sentirse "uno con la vida". |
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