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(1053-1590) 
 
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Un descubrimiento que muestra lo que "el animal" y "el reino animal" y el verdadero "hombre" y "el reino humano" condicionan, y lo que impide una "paz duradera"  1518. Y del mismo modo que tomarse la justicia por su mano o derecho del más fuerte no podía seguir siendo la moral perfecta de los individuos concretos de las naciones, este tomarse la justicia por su mano o este derecho del más fuerte tampoco podía seguir siendo una moral conveniente entre las naciones o estados. La evolución llevará consigo que los hombres pedirán a gritos una justicia o moral más elevada que la que va bien para los animales, el tomarse egoístamente la justicia en sus manos del más fuerte. Pedirán a gritos una justicia verdadera, a saber, que el poder o fuerza y la justicia se conviertan en una unidad inseparable. Descubrirán que un ser en el que el poder y la justicia no se han convertido en una unidad inseparable, no es un "hombre" verdadero o perfecto, sino que, al contrario, todavía es un "animal". Y con este descubrimiento faltará poco para ver que un pueblo o nación, cuya relación con otras naciones o pueblos no constituye la misma unidad inseparable de justicia y poder, que a su vez es, en realidad, lo mismo que "amor al prójimo", no es un "reino humano", sino un "reino animal". Que no puede haber una "paz duradera" en "el reino animal", en el que "mejor tomar que dar" es una condición de vida, y donde una lucha sin fin para protegerse del despliegue de este principio por parte de los que son superiores en poder es una condición vital, es, naturalmente, obvio para el investigador evolucionado.


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