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(1053-1590) 
 
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Cuál es el mayor obstáculo para la creación de un gobierno mundial  1517. Pero para que este cuerpo de policía o esta justicia puedan ser una realidad, los que hoy tienen más poder tienen, claro está, que ceder este poder a dicha justicia. Y entonces el mundo también habrá avanzado tanto en su evolución y cumplimiento del plan creador divino que, en realidad, ya no habrá aversión al cien por cien entre los estados para ceder este poder. Pero si, sin embargo, es tan difícil establecer una policía mundial, esto se debe exclusivamente a lo difícil que es crear un acuerdo entre los estados que sea lo suficientemente sólido para darle a cada estado la protección que pueda sustituir o hacer superflua la propia protección que con su ejército de tierra, mar y aire han podido mantener ellos mismos, pero a la que tienen que renunciar a favor de un gobierno mundial, en el caso de que se forme o se cree un gobierno así. Por consiguiente, aquí se comprende fácilmente la gran dificultad que tiene que suponer para una gran potencia autócrata tener repentinamente que ceder su autoridad y poder dictatoriales. Lo que temen no es tanto el temor a una agresión militar o robo a mano armada o el deseo de expansión por parte de otros estados, porque algo así es, claro está, imposible en el caso de un gobierno mundial, como el temor a perder a costa de otros estados algunas de las grandes ventajas, que han podido mantener en virtud de su poder superior. En el caso de tener que ceder el poder a un gobierno mundial, no están seguros de que un gobierno así, cuando tenga poder suficiente, quiera aceptar el mantenimiento de tales ventajas, al contrario, este gobierno no podrá, claro está, cumplir su finalidad sin crear una justicia igual para todos. Como protector de la justicia no puede seguir existiendo como una institución parcial. La gran potencia corre, por consiguiente, el riesgo de grandes cambios desfavorables para ella, tanto en las fronteras de su territorio como por lo que respecta a la explotación de sus pueblos o estados vasallos conquistados y subordinados. Si hay relaciones que el gobierno mundial encuentra injustas, naturalmente las modificará. Si hay pueblos oprimidos, que es justo convertir en pueblos independientes, la policía mundial no dudará, naturalmente, en hacer que esta justicia se cumpla. Que esto no favorece a la gran potencia es algo evidente. Pero dado que ha entregado su poder a dicho cuerpo de policía o a dicha justicia, se encuentra totalmente impotente ante un cambio así, igual que un delincuente cuyos actos han sido descubiertos y frenados por la policía. Que esta situación desgraciada es, en el fondo, la causa de las dificultades para la creación de un gobierno mundial o una sociedad de naciones, se ha convertido desde hace tiempo en un hecho para el investigador evolucionado. Que las grandes potencias en cuestión, según su modo de ver el asunto, no ven la situación de la misma manera que aquí hemos presentado, sino que, al contrario, consideran una intervención así en sus beneficios como "injusta", es, naturalmente, evidente. El temor de las grandes potencias a perder beneficios y la aversión a ceder algo de su poder a favor de otros es, de este modo, el mayor y más fundamental impedimento para la creación de un gobierno mundial. Que eliminar este impedimento es, por consiguiente, más bien una cuestión de evolución que un asunto de poder dictatorial se convierte cada vez más en un hecho evidente.


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