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| Los efectos de la dictadura en el dominio de las religiones y de la iglesia | 1510. Pero no es solamente en el propio gobierno del estado que la dictadura mantiene a los seres paralizados o estancados mental o intelectualmente. ¿No descubrimos, precisamente, la mano fría y apresadora de esta dictadura en la propia práctica religiosa o en relación con el dominio de las religiones y las iglesias? ¿No se ha torturado, quemado o matado, así mismo, de otro modo a individuos o grandes personalidades que aparecieron con nuevos tipos de pensamientos, indiferentemente de lo altamente intelectuales y estimuladores de amor al prójimo que mostrasen ser? De hecho, estos pensamientos y sus autores no fueron objeto de ninguna investigación o examen. El simple hecho de que no habían surgido o aparecido por medio de las autoridades, los papas, los sacerdotes, los profetas dictatoriales o los libros "sagrados" autorizados y reconocidos era más que suficiente para llevar a estos seres a la hoguera o a las cámaras de tortura. ¿Y no podemos seguir el principio paralizante de las dictaduras continuando a través de la creación de asociaciones, partidos y confederaciones políticas? ¿No es aquí donde también a veces se hace valer un espíritu dictatorial muy apasionado? Aquí no se toleran desviaciones de los ideales o leyes formuladas, indiferentemente de que estas desviaciones puedan representar un intelectualismo más elevado que el prescrito. |
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