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Por qué la humanidad terrena no puede de ninguna manera ser "salvada" o alcanzar "la paz duradera" por medio de esta o aquella sociedad religiosa o política  1491. No es, así pues, por medio de ninguna secta o asociación moral actual o futura que el principio que rige la redención del mundo seguirá siendo estimulado o que se "salvará" a la humanidad terrena. Todas las sectas y asociaciones de ese tipo, por grandes y altos que sean los ideales que desean representar, debido a su "dictadura", sus leyes impuestas y el consiguiente inicio de separación y aislamiento de la sociedad o humanidad, que creen tener que salvar, ya están agonizando. No se "salva" o "libera" a seres, no se mejora o eleva la moral de hombres, de los que uno se aísla o a los que uno rechaza. Toda elevación de moral o creación de una verdadera paz, y "la salvación del mundo" estimulada por medio de ellas no es un asunto de "dictadura", de inmovilización o encarcelamiento mental de otros hombres con el consiguiente pregonarse a sí mismo directa o indirectamente y a su asociación o secta como lo único que salva y a todas las otras sectas y sociedades como mayores o menores focos de "almas perdidas" e impías. El principio absoluto de la redención del mundo no es, así pues, de ninguna manera un asunto de una división del conjunto de la humanidad terrena en forma de la creación de sectas que compitan de una manera más o menos fuerte entre sí, de "estados dictatoriales" mentales o espirituales que ya desde su nacimiento están predestinados a tener que combatir todas las otras organizaciones morales potentes del mundo, debido a que sus miembros se imaginan que ellos mismos son, en mayor o menor grado, "los santos de los últimos tiempos", son "la salvación" absoluta "del mundo" o el único camino a la bienaventuranza. Todas las asociaciones religiosas de este tipo que surjan de aquí en adelante no llegarán nunca más a ser mayores que un microbio que se pierde entre la multitud de hombres terrenos de cuatro mil millones de almas encarnadas y desencarnadas. Incluso "el budismo", el mayor movimiento religioso del mundo, cuyo desarrollo tuvo lugar en la época absolutamente más favorable para la adquisición de prosélitos creyentes, en la que los individuos todavía estaban en un estadio en el que tenían en muy alto grado disposición para "creer", sólo ha llegado a tener unos quinientos millones de almas encarnadas y hace tiempo que ha alcanzado su culminación. Al igual que el cristianismo de iglesia, está retrocediendo en todos los lugares en que el desarrollo académico y científico hace su entrada. Pero, si tanto el cristianismo como el budismo y, dicho sea de paso, el islam han culminado, por lo tanto, en un momento en que numéricamente el mayor de estos movimientos mundiales sólo ha llegado en su culminación a tener como prosélitos o seguidores una cuarta parte del conjunto de la humanidad terrena encarnada, y las otras religiones han culminado con una fracción todavía menor de la población de la Tierra como seguidores, ¿qué movimiento moral de hoy creen entonces que puede esperar aventajar el resultado de estos movimientos? ¿Creen que una sociedad misionera moderna y establecida, una asociación moral u otra forma de confederación religiosa, estará tan viva que se anexione en su fichero de miembros dos mil millones de almas encarnadas? ¿Cómo podría tener esto lugar en una época en que la evolución ya no se orienta hacia "la creación de grupo", es decir, a "la unificación", sino que precisamente sigue el camino contrario, es decir, en dirección a "individualizar", que, a su vez, es lo mismo que liberar a las almas concretas del peso del grupo, de sus dogmas heredados, sus tradiciones anticuadas, sus usos y costumbres, su dictadura?


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