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| El regreso de la gran masa irreligiosa a un verdadero conocimiento oficial de la Divinidad no puede suceder de ninguna manera siendo un ser de una secta o un grupo | 1486. Si la gran masa "irreligiosa" tiene que regresar de nuevo al conocimiento oficial de la Divinidad, de la Providencia, de la perfección absoluta de la existencia, esto ya no puede suceder por medio de la creación de sectas, formando parte de la masa o de un grupo aparte, ni a través de ninguna otra forma de inmovilización o encarcelamiento mental del alma, sino exclusivamente mostrando de manera científica o lógica que lo único absolutamente necesario en la existencia cotidiana es que se incremente la liberación del prójimo de todas las cláusulas con las que dogmas, egoísmo e intolerancia por parte de su medio lo han inmovilizado, y con cuyo medio nosotros somos, claro está, idénticos. Mientras nuestra conciencia sólo sea un espacio mental en el que encadenamos a nuestro prójimo con nuestros deseos y apetitos absolutamente más o menos egoístas, somos algo que es un estorbo para este prójimo. Hay acaso algo más natural que el hecho de que este prójimo, es decir, todos los seres vivos de nuestro entorno, irradien una energía que va en contra de nuestra existencia y de toda manera la persigan, ya que su caída o aniquilación significa su libertad. |
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