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| Ciencia cósmica, religiosidad e irreligiosidad | 1485. Pero esta actitud sólo es, en realidad, una división superficial. En principio todos los hombres son religiosos, de hecho, no pueden vivir en absoluto sin serlo. Cuando se habla de "irreligiosidad", esto sólo quiere decir un estado mental en el que el ser, precisamente, ha perdido toda la fe en la moral y la idea de una providencia o divinidad heredada del pasado, dado que la interpretación clama a voces contra su actual percepción científica o percepción con una actitud intelectual. Pero en el momento en que las leyes religiosas y los detalles sobrenaturales son ciencia verdadera y pueden investigarse o controlarse, hay miles o millones de hombres terrenos que están dispuestos a depositar enteramente su modo de ver las cosas y su vida en la esfera de interés de esta ciencia. Entonces su religiosidad surge de nuevo a la superficie física, visible. Estos seres pueden más bien compararse con una raíz a la que se le ha arrancado la parte superior de la planta. La raíz es el principio "irreligioso" que vive en cada hombre, la parte superior es la moral o el concepto de la vida dogmática de iglesia que ha sido transmitido. Por lo que respecta a los hombres terrenos "irreligiosos", esta "parte superior" ha languidecido. Pero "la raíz", que por lo tanto no está muerta, sino que se oculta bajo la superficie física visible, al ser alimentada con hechos científicos u objetivos comienza de nuevo a crecer. Y entonces "la raíz" se irá mostrando poco a poco como una hermosa planta carnosa y con profusión de colores, un hijo de Dios, eterno y consciente u "hombre a imagen y semejanza de Dios" en la grandeza de Dios en forma del prominente "Paraíso Terrenal" del universo o cosmos. |
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