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| Por qué el yo sólo puede constituir "algo que es" | 1440. Así pues, es en virtud de "la muerte" que puede experimentarse "la vida". "La vida", al continuar infinitamente, al ser eternamente interminable, es, por consiguiente, en sí misma una página en blanco. En su análisis supremo, "la vida" o "lo vivo" es lo mismo, claro está, que "el yo" o "X1" del ser vivo. En sí misma sólo es "algo que es". Aparte de este análisis, no puede tener ningún otro análisis, ya que cualquier otro análisis que pudiéramos asignarle a este "algo que es" sólo podría ser un fenómeno que este "algo" ha creado. Y si este "algo" lo ha creado, dicho "algo" tiene, claro está, que haber existido antes de que tuviera lugar esta creación. Por consiguiente, esta creación producida no puede de ninguna manera constituir su verdadero análisis. Sólo lo puede, al contrario, el estado que dicho "algo" o "yo" tenía antes de que esta creación tuviera lugar o tiene fuera de cada uno de sus estados de creación. Pero como su verdadero análisis se encuentra, por lo tanto, fuera de toda producción o creación, es decir, fuera de cualquier fenómeno temporal o de algo con principio y fin, es precisamente, claro está, esta circunstancia la que hace que sólo pueda tener este único análisis, a saber, que sólo pueda constituir "algo que es". |
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Síntesis