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"Adán" y "Eva" "mueren la muerte" o pierden su conciencia cósmica  1434. Que estos seres, que han vivido "la conciencia cósmica" hasta sus últimas consecuencias, en los que ésta se ha convertido en "conocimiento-C", y cuya conciencia física de la espiral anterior sólo puede existir como algunos núcleos de talentos que dormitan en lo más profundo del elemento de destino, tengan que ser ayudados desde fuera a ponerse en movimiento, es igual de obvio como es obvio que una semilla no puede desarrollarse si no recibe ayuda desde fuera en forma de calor, agua y tierra, en la que pueda enraizarse y comenzar a brotar. Y este calor, esta humedad o alimento también tuvo el ser vivo que recibirlo, desde el punto de vista mental, de fuera. Y este terreno fueron, de este modo, los impulsos del principio de la redención del mundo, que en "la narración de la caída del primer hombre" de "la Biblia" se designa como "la serpiente". Fue, claro está, en virtud de la iniciativa de "la serpiente" que los durmientes núcleos de talentos para "las manifestaciones de la oscuridad" o el contraste a "la luz" de "Eva" y "Adán" podían comenzar a brotar o crecer y así llegar a florecer. Y cuando este brote de "oscuridad" se puso en marcha, no había nada que pudiera detenerlo, ni las leyes de Moisés ni otros sofisticados mandatos jurídicos o sistemas de poder. Continuó cada vez más en forma del "principio mortífero" o "día de juicio final", cuyo último estallido en forma del gran drama mundial acaba de mandar su furia por los continentes y mares de la Tierra, de lo contrario tan hermosos, y cuyos lamentos de muerte, que se han quedado entre los hombres, todavía resuenan estridente y violentamente en el mundo entre humeantes montones de escombros y de ceniza, "cámaras de gas" vacías y abandonadas y otras disposiciones para el asesinato ahora inactivas, acompañados del eco del cojear de los inválidos moviéndose alrededor con piernas postizas, haciendo ruido con brazos y manos de acero igual de postizos y mirando fijamente con miradas ciegas a través de ojos de porcelana pintados y, en el peor de los casos, clamando al cielo: "No hay ningún Dios ni ninguna justicia. Todo es casualidad. Cada cual tiene que salvar su piel. Cada cual es su mejor amigo". En casos más moderados el grito podía ser también: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" En verdad, que la orden de Dios se ha cumplido. "Adán" y "Eva" "murieron la muerte". El hombre terreno se había convertido en un genio en la persecución, destrucción o crucifixión de su prójimo, en la adoración de sí mismo como lo único que lleva al cielo. Pero la luz celestial se cerró. Se ausentó. El ser vivo se había convertido en uno con "la muerte", se había convertido en uno con la materia, se había vuelto tierra. No creía en ningún dios ni en ninguna providencia viva en absoluto, y de igual manera había perdido totalmente la creencia en la existencia inmortal de su propio yo. Toda su existencia sólo era un ahora temporal o fugaz que inevitablemente tenía que encontrar una muerte eterna, un descomponerse en una nada eterna. Sólo era "sustancia", "materia", "hierro" o "productos químicos" abandonados a la condensación o disolución según las circunstancias climáticas y atmosféricas. Sólo era un junco que se agitaba casualmente con el viento, una ola en la superficie del agua, el reflejo fugaz de un destello de sol en un charco de agua casual tras un aguacero. El conocimiento del ser vivo sobre su verdadera existencia eterna se ha convertido en un "cadáver". "La muerte" es la superstición y el factor que todo lo domina en la conciencia humana terrena del hijo de Dios. El ser vivo, en forma del hombre terreno actual, es una tumba en la que están enterrados los efectos de luz del hijo de Dios, antes tan resplandecientes o sobrenaturales y semejantes a él. "Adán" y "Eva" sólo son aquí figuras de barro arrojadas de acá para allá por la tormenta. ¿Puede algún ser alejarse más de la Divinidad y de la vida? ¿Puede "la paga por el pecado" convertirse en mayor grado en "la muerte"? ¿Puede "la naturaleza cósmica" del ser vivo convertirse en un grado más alto en un cadáver y su conocimiento de sí mismo convertirse en uno con la materia de la que ha surgido? ¿Y no creen que un ser así se encuentra, precisamente, en una tumba mental de la que de nuevo resucitará?


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