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El hombre terreno no puede continuar viviendo en su estadio evolutivo actual y con las consiguientes contingencias matrimoniales  1421. ¿Pero es esta autorización absolutamente inalterable? Sí, mientras el individuo viva, desde el punto de vista mental, totalmente en contacto con su construcción orgánica, y su satisfacción sea un placer al cien por cien para él, el individuo despreciará e incluso perseguirá toda divergencia de esto en la manera de verlo y en la mentalidad, por pequeña que esta divergencia sea. Pero, ¿no es en muy alto grado inmoral pensar otra cosa? ¿No tiene un hombre, precisamente, que amar a una mujer y una mujer que amar a un hombre? ¿No está escrito:"Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá con su mujer y serán dos en una sola carne"? ¿Y no le dice la misma ley a la mujer que tiene que reconocer que "el hombre es la cabeza de la mujer, como Cristo lo es de la comunidad"? De hecho, es cierto que esto se les ordenó a los hombres una vez en tiempos pasados. Esto fue una vez el sumo ideal. Forma, claro está, parte de la ley de Moisés, que representa la autorización del principio de la venganza o de las represalias: "ojo por ojo y diente por diente". Este es el fundamento de la normalidad que fomenta la sobrevivencia de la especie a favor del principio mortífero o la tradición animal. Pero la tradición animal sólo es, evidentemente, una serie de estadios de "la escala evolutiva". Y ya estamos de acuerdo en que los seres no mueren en los estadios o peldaños, sino que caminan por ellos. Por consiguiente, los seres tienen que abandonar las tradiciones, la normalidad o las leyes morales de los diversos reinos. El pez no puede continuar viviendo eternamente en el agua. Al igual que sus antecesores, tiene una vez que abandonar el agua, convertirse en un ser que pueda vivir en la tierra y respirar el aire. Pero esta transformación no tiene lugar de manera milagrosa o repentinamente. Sólo puede tener lugar gradualmente, por medio de un crecimiento a través de una gran cantidad de estadios bajos e inferiores. Pero del mismo modo que el pez no puede permanecer en el agua, sino que tiene que convertirse en un ser que pueda caminar por la tierra y respirar el aire, cada ser tiene también una vez, más tarde o temprano, que abandonar su estadio actual.


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