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Cuanto más niega el hombre terreno "la existencia de la vida", más demuestra o afirma que, precisamente, "la vida" existe  1401. "La muerte" domina, de este modo, totalmente el círculo de ideas del hombre terreno con una actitud materialista. Éste niega la existencia del pensamiento o vida anímica que lo pone en condiciones de manejar la materia y experimentar la combinación más importante de materia en el cuerpo físico de su prójimo y en el propio. De este modo, niega la existencia de la vida anímica que lo pone en condiciones de manifestar esta negación. No comprende, por consiguiente, que cuanto más niega "la existencia de la vida", cuanto más energía desencadena para formar pensamientos, palabras y textos que tienen que demostrar que los seres vivos sólo son una "cosa creada", que sólo son cuerpos físicos, sólo son combinaciones de materia, más revela esto que la vida, precisamente, existe y demuestra, con ello, de una manera inalterable su existencia. Una masa de materia, que puede afirmar que la vida existe, no puede de ninguna manera ser una prueba de que ésta no existe. Cuando una masa de materia puede razonar y formar una serie de pensamientos y expresarlos en palabras y actos, estas palabras y estos actos o esta manifestación no pueden, en este caso, ser prueba de que quien los origina no existe.


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