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Cómo ha entrado la idea de "la muerte" en el mundo  1399. Empleando con todas sus fuerzas todos sus sentidos físicos y su desarrollada inteligencia, el hombre terreno puede ver, a través del encuentro de esqueletos, capas de carbón y tierra, variedades de piedras, etc., que la Tierra tiene tras sí una larga evolución, y que, de este modo, poco a poco se han ido revelando más y más peldaños o estadios, cada uno de los cuales ha sido más hermoso, más noble y ha formado parte de un nivel más intelectual que el anterior. Esta visión es, de este modo, ni más ni menos que suficiente para que pueda ver que la Tierra y todo lo que hay en ella ha llegado a existir a través de varios estadios, y que todos los seres vivos se encuentran en estos estadios. Como con estos sentidos físicos sólo puede ver la superficie física exterior, sólo puede ver que la combinación de materia que denomina "un ser vivo" ha sido "creada", ha llegado a existir y, así mismo, perecerá, se descompondrá. Como con los sentidos físicos no puede ver la materia espiritual o la forma de energía que, en realidad, se halla bajo la superficie física exterior o bajo lo denominado "cuerpo físico", el ser cree que este cuerpo es idéntico a la totalidad o ente más elevado del ser. De este modo, se le ocurre la idea de que el ser vivo es una "cosa creada" y, por consiguiente, sólo puede existir supeditado a las leyes de "las cosas creadas". Así ha entrado la idea de "la muerte" en el mundo. El ser no ve con su conciencia física diurna despierta la vida espiritual, es decir, la reacción de su conciencia, sus pensamientos y su vida anímica, más allá del espacio de tiempo en el que el cuerpo físico puede expresarla. Cuando al cuerpo físico le sucede algo, si, por ejemplo, es mutilado o quebrantado de otra manera, de modo que ya no obedezca las exigencias de la conciencia, el ser ya no puede manifestarse en la zona física, y el cuerpo físico yace entonces inmóvil y silencioso para inmediatamente iniciar el proceso de descomposición o putrefacción. A un cuerpo así lo denominamos un "cadáver". Y el ser, que antes estaba formado por este cuerpo físico, y la conciencia, que se reveló por medio de él, se perciben ahora como algo que ya no existe. Y así nos encontramos aquí junto a la mayor ilusión de la vida, de hecho, estamos junto a lo que más tarde se ha concebido como "castigo por la caída del primer hombre". En "el Paraíso Terrenal" se oyó, claro está, una voz que dijo: "Mas del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal no comas, porque en cualquier día que comieres de él, ciertamente morirás".


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