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¿Cómo podría una imagen del universo, que es la combinación del disparate, transformar a ningún ser en "la imagen y semejanza de Dios"?  1396. Un ser vivo que ve "la verdad", pero cree en la mentira es en sumo grado un ser inacabado. Esto se convierte todavía más en un hecho debido a que su facultad de la vista, percepción u observación física perfecta es una visión de un campo local de la totalidad, y este campo es, en realidad, algo de la totalidad "vista al microscopio". La vista física de los seres vivos no puede, claro está, ser otra cosa que microdetalles de la totalidad "tomados de cerca". Y en la lógica del plan del universo en sí, no hay, por consiguiente, para el investigador suficientemente evolucionado, nada equivocado, no hay nada que criticar. Pero poco a poco, a medida que las cosas comienzan a crecer por encima del marco de su propia vida, es decir, por encima de los fenómenos de su propia vida y destino, comienzan a sobrepasar los límites del tiempo de su vida terrena y, de este modo, tienen su origen en fenómenos que están fuera del horizonte de su vida física actual, estas cosas se convierten cada vez en más misteriosas para acabar en la contradicción a la lógica, que hemos nombrado anteriormente y que clama al cielo, y que hay en las cosas cuando son lo suficientemente pequeñas de modo que las pueda abarcar de una manea puramente física. Y, con una imagen del mundo así, el ser tiene entonces que convertirse en "el Adán del pecado". Una imagen del universo, que es la culminación de la necedad o anormalidad, que es una contradicción, que clama al cielo, de los fenómenos más importantes de la naturaleza, que a través de los tiempos han transformado la Tierra de un estado de fuego en el mundo habitable que es hoy, ¿cómo puede hacer de la mentalidad de ningún ser vivo "la imagen y semejanza de Dios? Cómo puede un ser, que sólo tiene la facultad de ver que los cuerpos de los seres vivos y su medio se convierten cada vez en más hermosos y además ve que el universo es una gran y única "escala evolutiva" con muchos peldaños o estadios, ser feliz cuando cree u opina ver que estos estadios jamás serán accesibles al paso de ningún ser, dado que estos seres "mueren" en el mismo estadio en que "nacieron". Ningún ser puede, de este modo, pasar de un estadio al otro. El ser ve, con ello, que el resultado acabado, el mundo embellecido, ennoblecido y hermoso, tanto con todos sus desarrollados bienes físicos, técnicos y químicos como con la elevación del nivel espiritual o intelectual, sólo es para los que viven actualmente. Los millones de seres, los miles de generaciones que vivieron antes de que estos bienes y ventajas existieran no las han, por consiguiente, experimentado y no las experimentarán jamás, dado que hace tiempo que se han disuelto en la gran "nada".


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