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Los destinos ensangrentados o los oscuros estados de vida de los seres vivos no pueden haber existido solamente para ser escenarios de una obra creadora, cuya experiencia total nunca puede convertirse en realidad para ningún ser vivo en absoluto  1392. ¿Cómo puede este fenómeno justificar todo este inmenso proceso creador, todos los sacrificios, sufrimientos, todas las mutilaciones, enfermedades, toda la invalidez, explotación, miseria, pobreza y desdicha de millones de generaciones? ¿No hay, precisamente, seres que han nacido en miserables cuerpos predispuestos a la enfermedad y, con ello, condenados a una vida no natural y una muerte demasiado temprana? ¿No hay otros que han venido al mundo para estar en conflicto con las leyes de la sociedad o civilización y no han podido ser otra cosa que "la oveja negra" del resto de la humanidad? ¿No hay además en el mundo seres que jamás han vivido ni vivirán una vida verdaderamente normal, un bienestar anímico y corporal absolutamente normal, mientras que hay otros que en su actual vida terrena casi no saben lo que quiere decir ser pobre, estar enfermo y sufriendo, pertenecer a "las clases bajas" de la sociedad, desde el punto de vista social, y además, a lo largo de toda esta encarnación estarán llenos de salud, vivirán con bienestar y tendrán la admiración, la adoración y los halagos de otros seres? ¿Cómo puede justificarse que este fenómeno abstracto o "escala evolutiva" pueda ser tan importante, lo pueda dominar todo, de manera que los seres vivos nazcan únicamente, sin ninguna consideración, en una sola vida terrena para ser una "piedra de un mosaico" sin importancia, que participa en la formación de su imagen o de sus detalles? Algunos seres mueren en la más hermosa y floreciente primavera de su pura juventud, cuando están a punto de experimentar la dulzura de la vida. Otros mueren cuando todavía están en el seno de su madre. Finalmente otros casi no pueden morir y experimentan más o menos toda una generación con un periodo de vejez con un cerebro calcificado y sentidos debilitados, ¿y por qué sus facultades mentales, antes tan poderosas han disminuido como encogiéndose hasta sólo ser un pequeño arroyo casi seco en el desierto? ¿Creen verdaderamente que estos destinos, que todas estas experiencias sangrientas sólo existen para ser escenas de una obra creadora, cuya experiencia total nunca será otra cosa que un fenómeno teórico o abstracto? ¿Quién va a alegrarse de este fenómeno, de esta obra creadora? Los seres vivos ya están, claro está, muertos, con excepción de los que hoy con su vida y sangre constituyen el actual estadio de esta estructura. Pero, evidentemente, pronto también morirán para hacer lugar a nuevos seres que, así mismo con su vida y su sangre, manifestarán nuevos estadios de su inmensa formación. ¿No creen que pueda haber algo erróneo en el concepto materialista de la existencia y de la vida en sí del hombre terreno? La elaboración a lo largo de millones de años de las materias, las sustancias por las épocas del universo y el hacer juegos malabares de estas materias o sustancias con los seres vivos no ha tenido que ser sólo para crear un fenómeno abstracto, del que cada uno de estos seres sólo puede experimentar un pequeño detalle concreto, ya que tiene que morir sin llegar jamás a vivir verdaderamente y de una manera práctica esta impresionante obra creadora de la Divinidad.


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