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| Si "la muerte" fuera un verdadero final de la existencia del ser vivo | 1389. Aquí quizá se ponga de relieve que, sin embargo, es un hecho que millones y millones de hombres han muerto sin haber recibido respuesta a la gran pregunta. Su vida se convirtió para ellos en una única pregunta no respondida. Pero esto no prueba, claro está, que la muerte de estos seres fuera un verdadero final de su vida, sino al contrario que su vida estaba en sumo grado inacabada. ¿Y se ha visto alguna vez que la naturaleza no acabe sus planes o lo que se propone? Es cierto que vemos organismos que perecen, y que el follaje y las flores se marchitan en otoño, ¿pero no es un hecho igual de grande que nuevos organismos y nueva vida y nuevas flores surgen una vez y otra y continúan el plan con la evolución exactamente allí donde los viejos se descompusieron? En este caso quizá se objete aquí que los seres que han surgido son nuevos seres, y que los seres muertos siguen así estando muertos. ¿Pero hay algo que demuestre esta afirmación? No, nada en absoluto, al contrario. ¿No es, precisamente, un hecho que la evolución sigue embelleciendo, ennobleciendo y mejorando al ser vivo? ¿Pueden el cerebro y las facultades intelectuales de los hombres del pasado compararse con la estructura y fuerza mental del actual hombre civilizado altamente intelectual? A lo largo de las muchas generaciones, es decir, de los "organismos" que han perecido desde la existencia de los hombres del pasado, la naturaleza ha dejado que un plan o propósito muy bello y hermoso continuara a través de los "organismos" siguientes en forma de hacer al ser vivo u hombre terreno mas hermoso, más noble y con la facultad de desplegar una vida intelectual mucho más elevada que anteriormente. ¿No creen que esta evolución del ser hacia algo mejor es el cumplimiento de un deseo, es la satisfacción de un anhelo? Pero el origen de este deseo o anhelo, ¿puede ser alguien distinto a, precisamente, los seres que no poseían la noble y alta vida intelectual que posee el altamente intelectual ser de hoy? Pero estos seres son, precisamente, seres del pasado, seres que, por lo tanto, murieron sin ver sus deseos cumplidos. En verdad, es una idea extraña que los seres, que en el pasado deseaban una existencia más hermosa y noble, tuvieran que gemir y suspirar bajo las adversidades de una existencia primitiva, dura y cruel, mientras el refinado ser altamente intelectual de hoy posee los vastos bienes y las abundantes comodidades de una civilización humana y una existencia intelectual con un alma ennoblecida, sin haber deseado jamás esta existencia. ¿No creen que interpretar lo antedicho como expresión de la verdad absoluta es una manera anormal de razonar? ¿No creen que la verdad absoluta, y con ello la manera normal de razonar, tiene que ser que es cierto que los cuerpos, los organismos perecieron, pero que lo de los organismos que deseaba o anhelaba una existencia más perfecta y más hermosa siguió viviendo? Hoy casi todos los hombres de la Tierra desean, así mismo, una existencia más elevada y perfecta, todos desean entrañablemente verdadera "paz" en el mundo, pero, ¿de qué sirve este deseo si la muerte física, que todos tienen que experimentar antes de que esta "paz" se haga realidad, es un verdadero fin total de su vida? Si se considera esta muerte como un verdadero fin total de la vida de estos seres, y que, por consiguiente, se disuelven en la gran "nada", entonces nunca más verán la luz del día, nunca más verán sus deseos cumplidos. Nunca experimentarán la paz. Su vida o existencia terrena sólo fue la experimentación de un deseo muy íntimo, un hambre permanente, un apetito ante el cual no existía ninguna saciedad. Pero una existencia así es lo mismo que un "infierno" en su forma más pura, o sea, una existencia que, por consiguiente, estos seres nunca se han merecido, dado que, claro está, nunca han vivido antes. Pero como la evolución del mundo muestra un continuo mejoramiento de las cosas, una evolución para lo mejor, "la paz" también será una vez un hecho para futuras generaciones. Pero como, evidentemente, estas generaciones no han vivido antes, no han podido merecerse una vida así en la luz, como "la paz" es en sí misma. Estos seres nacen, de este modo, en medio del "reino de los cielos" sin haberlo deseado o haberlo merecido de ninguna manera, mientras que las generaciones anteriores nacieron en medio del "infierno", así mismo sin ser la causa de ello o haberlo deseado. |
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