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Por qué el ser altamente intelectual tiene que gritar a voces para todo el universo que "todo es muy bueno", y exclamar ante el rostro de Dios: "Hágase tu voluntad y no la mía"  1388. Pero,¿no es una extraña coincidencia que, tal como ya sabemos, todos los hombres de la Tierra griten a voces con gran fuerza en busca de "paz", en busca de "amor al prójimo", convirtiéndose en demasiado evidente que la falta de "amor al prójimo" es la raíz de todo el mal, de todos sus vicios, de todas sus aflicciones y preocupaciones, de su necesidad y miseria, guerra y mutilaciones, derrumbamiento de culturas, muerte y destrucción, al mismo tiempo que la parte experimentada del plan del universo convierte en un hecho que el fin último del proceso creador es, precisamente, "amor universal"? De este modo vemos aquí que la psique de la humanidad y el propio proceso creador del plan universal encajan como dos engranajes de una máquina. El proceso creador ha desarrollado a lo largo de inmensos espacios de tiempo al ser vivo para que pregunte sobre lo que este proceso es o para que desee precisamente lo que es en sí mismo, a saber, "el amor". ¿Puede ser más perfecto el plan divino del universo o proceso creador? ¿Qué ser, en verdad altamente intelectual, puede estar descontento con esto? ¿No tiene todo ser altamente intelectual que gritar para todo el universo: "Todo es muy bueno" y exclamar ante el rostro de Dios: "Hágase tu voluntad y no la mía"?


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