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La Tierra está concluida y espera con una profusión de riquezas y condiciones a favor del hombre terreno, pero a los hombres terrenos les falta "amor al prójimo"  1382. Pero una "política" que tiene que quitar todas estas manchas sucias y mal olientes de la civilización o cuerpo de la sociedad sólo puede ser una cosa, a saber, "amor al prójimo". Todos los fenómenos y vicios mencionados de la vida cotidiana de la sociedad son, sin ninguna excepción, una consecuencia de falta de "amor al prójimo". Por medio de nuestros presentes análisis de la oscuridad hemos visto que todo el universo, como quien dice, se encuentra en el platillo de la balanza a favor del "amor al prójimo" como solución del futuro o entrada de "la paz" en las zonas de la Tierra. ¿No se mostraron las épocas creadoras de millones de años como un proceso lógico y continuo? ¿No condujo este proceso las antiguas masas de hielo del pasado, a través de un proceso de enfriamiento y condensación, a un mundo físico apropiado para una vida animal que puede comenzar a pensar los pensamientos de Dios? ¿No es este mundo de hoy un planeta resplandeciente con todas las facilidades y ventajas que sobrepasan abundantemente lo que es necesario para que cada uno de sus seres vivos pueda vivir perfectamente feliz y libre de preocupaciones, tanto física como anímica o espiritualmente? ¿No han recibido los seres principales o más avanzados en este proceso creador la facultad de dominar plenamente la materia? ¿No están, precisamente, en condiciones de hacer que los elementos trabajen para ellos? ¿No sucede en grado creciente que el hombre terreno sólo necesita oprimir con un dedo un botón o célula fotoeléctrica en un tablero de mandos, y enormes máquinas motrices se ponen en funcionamiento y hacen que brille la luz en miles de hogares y aún más, hacen de la noche día en miles de calles, caminos y senderos? ¿No puede el hombre terreno, del mismo modo, dejar fuera de su hogar el frío del invierno y mantener en sus habitaciones un eterno verano con profusión de flores y fragancias, además de todos las otras maravillas técnicas y químicas que posee el hombre en forma de dominio de la materia? ¿No creen que haya electricidad suficiente en el mundo para todos los hombres? ¿No creen que pueda haber fuerza motriz suficiente para todos los hombres? ¿No hay alimento suficiente, no hay calor suficiente para todos los hombres? ¿Son los frutos de la tierra y las cosechas de los campos sólo suficientes para algunas personas? ¿Hay también únicamente carbón, metales y petróleo para una pequeña parte de los habitantes de la Tierra? ¿Hay tan pocas materias primas y materiales que sólo pueden convertirse en ferrocarriles, buques de vapor, aviones y automóviles para un pequeño grupo de los dos mil millones de hombres de la Tierra en la zona física? ¿Creen que es la intención de la vida que una cierta parte de los hombres de la Tierra tenga que seguir viviendo primitivamente, tenga que seguir viviendo en el desamparo del hombre primitivo ante la materia? ¿Creen que la Tierra es tan pobre en materiales para el desarrollo técnico y químico, que las maravillas de ese desarrollo sólo son para un pequeño grupo de hombres? ¿No hay montañas de materias primas, de metales o minerales? ¿No hay espléndidas condiciones para el desarrollo de los hombres con las fuentes de alimentación del mundo vegetal? ¿No es una idea ridícula que la Tierra tenga dos mil millones de hombres, pero que sólo tendría que tener alimento, ropa y posibilidades de vida para una fracción de estos hombres? ¿Creen que los procesos creadores precedentes a lo largo de millones de años sólo han terminado con un fracaso tan deplorable? De hecho, es cierto que por ahora sólo es una parte de los hombres terrenos la que disfruta de bienes especialmente refinados que el desarrollo técnico y químico ha producido. Es cierto que esta parte de los hombres terrenos tiene directamente monopolio sobre estos bienes. Pero que sólo sea una parte de la humanidad terrena la que de manera especial pueda disfrutar bien de las maravillas del desarrollo no se debe en absoluto a que la Tierra no tenga materias primas o materiales suficientes. Al contrario, en las reservas de la Tierra hay, incluso, una tal sobreabundancia que no hay sólo cantidades abundantes para las necesidades corrientes de la vida cotidiana, sino que también hay cantidades suficientes para el despilfarro con los materiales, para el proceso de destrucción que origina una guerra moderna. ¿No hay, acaso, mano de obra suficiente para efectuar el proceso de transformación que convertirá las materias primas en estas maravillas técnicas y químicas, en máquinas, alimentos y ropa? Además de que las máquinas cada vez más se ocupan de una parte o fracción cada vez mayor de este proceso de transformación, hay miles y miles, por no decir millones, de hombres que están sin empleo y gimen y suspiran bajo este paro. La humanidad tiene, por consiguiente, un excedente inmenso de materias primas, de materiales y de millones de manos sin trabajo, que además de las máquinas pueden transformar la materia en nuevas cantidades enormes de bienes técnicos y químicos para la vida, de modo que todos los hombres de la Tierra puedan beneficiarse de ellos. ¿Por qué no se pone a estas manos en funcionamiento? ¿Por qué no son transformadas las inmensas cantidades de materiales que contiene la Tierra, para que sean un beneficio, una alegría y una bendición? ¿Qué es lo que falta? De hecho, ¿no se ve aquí claro que sólo falta una cosa, a saber, "el amor al prójimo"?


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