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La humanidad terrena no puede sucumbir con la producción y uso de armas mortíferas contra su prójimo, dado que el consiguiente destino de sufrimiento hará finalmente del individuo un ser de luz o un ciudadano del "reino de los cielos"  1376. Con esto vemos que la carrera de la humanidad terrena en la fabricación de mejores armas mortíferas y material de guerra no es un fenómeno que hará sucumbir a la humanidad y, con ello, hará que fracase la obra creadora de la Divinidad. Como hemos explicado por todas partes en "Livets Bog", es, al contrario, el medio a través del cual la Divinidad "insufla" en Adán y Eva el conocimiento sobre "bien" y "mal". Pero el conocimiento del "bien" y del "mal" es lo mismo que sabiduría o la verdad de la vida. Pero insuflarles a los seres la verdad de la vida es, claro está, lo mismo que "insuflarles" a los seres la conciencia o mentalidad de Dios. Los seres en la oscuridad, los seres que hoy se encuentran a sus anchas con la creación de armas mortíferas, se encuentran a sus anchas con sangrientas manifestaciones de guerra, opresión y tiranía contra su prójimo, no pueden de ninguna manera evitar ser objeto del sangriento destino de sufrimientos y molestias desencadenado con ello, que les dará la verdadera comprensión de "bien" y "mal". Y con la verdadera comprensión del "bien" y del "mal", que, a su vez, es la suma sabiduría, ningún hombre puede permanecer en la oscuridad. La ignorancia lleva al ser vivo a actuar erróneamente, pero la actuación errónea crea sufrimiento y, por consiguiente le revela al ser sus errores. Y con un descubrimiento suficiente del error el ser se protege contra las repeticiones del mismo error. Como los efectos dolorosos de los errores protegen, de este modo, a los seres contra las repeticiones de los errores, estos seres no pueden evitar convertirse en expertos en el arte de poder vivir "la vida perfecta". Pero seres expertos en vivir "la vida perfecta" son, claro está, sinónimo de habitantes del "reino de los cielos". Son los seres de luz de la existencia. Son el objetivo del plan divino con el universo.


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