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En el paso del hombre terreno por la zona del principio mortífero o reino animal la situación física, corporal de los seres da lugar a la reencarnación o renacimiento  1367. Esta oscuridad es, así pues, algo que cada hombre terreno tiene que experimentar, pero no todos están en medio de esta experiencia en la zona física. Una parte de hombres terrenos tiene, de este modo, que estar en la zona espiritual, a saber, todos los presuntos "muertos". El resto de la humanidad terrena se encuentra aquí, en la zona física. Pero que los seres estén "muertos" no significa que hayan terminado con la guerra o zona de la oscuridad, o en resumidas cuentas con "el mal". En realidad sólo significa que su organismo, es decir, el instrumento que hace posible su experimentación, aparición y manifestación se ha vuelto inservible con la destrucción, la mutilación o la vejez, siendo esta última forma, claro está, un resultado del duro desgaste que sufre el organismo en la zona de la oscuridad en su lucha por el mantenimiento cotidiano de la vida. Dado que los organismos no son, de este modo, perpetuos, sino que están sometidos al desgaste y la mutilación, esto hace que los individuos tengan que encontrarse necesariamente durante un cierto periodo de tiempo sin organismo físico. Y cuando no tienen organismo físico no pueden experimentar directamente en la zona física. Esta forma de existencia se convertiría en un estado no consciente si los seres no tuvieran otras formas de organismos que en el estadio crítico pudieran soportar la conciencia. Como estos organismos no son de naturaleza física, sino que están formados por materias en forma de rayos, que, por su parte, son lo mismo que "materias espirituales", la existencia o experimentación de la vida por medio de estas "materias espirituales" es, de este modo, de "naturaleza espiritual". En posteriores análisis en esta obra volveremos al hecho de cómo se manifiestan esta naturaleza y esta forma de existencia. Aquí sólo podemos simplemente decir que todos los seres vivos tienen, de este modo, que experimentar alternativamente una existencia física y una existencia espiritual. Este organismo cambiante es la base del renacimiento o reencarnación. Como todos los individuos son ineludiblemente objeto de esta destrucción del organismo y sólo pueden construir un nuevo organismo desde la zona espiritual, esto significa que siempre hay un cierto número de hombres terrenos en la zona espiritual y, por consiguiente, están desencarnados, mientras que el resto de hombres terrenos está encarnado en la carne o se encuentra en la zona física. Como esta zona espiritual, con excepción del atrio o su "umbral", el denominado "purgatorio", es una esfera de luz, los seres se encuentran aquí en una especie de apacible existencia de luz entre sus apariciones o encarnaciones en la zona física. Es desde aquí que los seres vivos nacen en dicha zona, del mismo modo que es aquí a donde van cuando su organismo, debido a la vejez, desgaste o mutilación deja de estar en condiciones de soportar la conciencia física. Todos los hombres de la Tierra tienen, por lo tanto, que encontrarse en un ciclo que, como ya hemos dicho, los lleva a través de una existencia alternativamente física y espiritual. Cada vez que los seres han experimentado una existencia física con la destrucción del organismo, bien debido a vejez o a "guerra" y mutilación, se modifican, tienen cada vez más aversión hacia la mentalidad de la guerra o de la oscuridad. Y sólo es a través de cientos de vidas que el hombre animal semejante al momo se transforma en un hombre perfecto. Y es precisamente por esto que en la vida cotidiana vemos a los hombres en diversos estadios de este paso de la transformación de "animal" en "hombre". Algunos tienen un carácter muy humano, es decir, un carácter que ama al prójimo, y otros todavía tienen un carácter fuertemente animal, es decir, un carácter y una actitud rencorosa, hostil o totalmente insensible hacia el prójimo y el entorno. Toda la humanidad terrena representa, así pues, una escala de estadios mentales. Según los seres hayan recorrido los detalles y la culminación del principio mortífero, su naturaleza humana tiene cada vez más poder sobre la naturaleza animal que vive en ellos para, finalmente, vencer totalmente.


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