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El ideal o fin tras "la democracia" y "el comunismo" no ha sido inventado por los hombres, sino que es "el amor universal" o absoluto "amor al prójimo"  1359. Este ideal no es nada inventado o imaginado por los hombres ni por ningún otro ser. Es el método creador lógico de la propia naturaleza. Es la perfección hacia la que el propio proceso creador de la Tierra ha sido llevado hasta el momento presente, es la perfección, que brilla por encima de toda inteligencia, que este proceso creador precisamente representa hoy donde está terminado y donde se muestra como idéntico a un amor universal indispensable. Este proceso creador toma de una manera extrema en consideración el bienestar absoluto de todos los seres vivos, es más, en su estructura o plan acabado es imposible que surja ninguna forma de intención contraria. Cuando los principios, métodos o estructura de este plan parecen ser lo contrario, parecen ser todo lo que no es amor, esto sólo sucede donde la estructura o plan no ha llegado a su fin, y la creación en cuestión no está terminada. Observando este método creador propio de la vida o de la naturaleza, podemos ver, donde está acabado, la expresión de la más alta perfección. Pero la más alta perfección tiene, claro está, que ser el más alto ideal de la vida misma y, con ello, de los seres vivos. ¿Qué otro ideal puede ser mayor? Si algún hombre, algún sabio o redentor del mundo pudiera mostrar algún ideal o alguna otra forma de perfección mayor, tendrían, claro está, que ser más perfectos que la misma Divinidad, que con su método de creación ha creado los sentidos, en virtud de los cuales estos seres estaban, precisamente, en condiciones de percibir y conocer la vida y la existencia. Pero una providencia una divinidad que crea unos sentidos más perfectos o más elevados en "Adán" y "Eva" o seres vivos que en sí misma no es ninguna "providencia" ni ninguna "divinidad", sino un "engendro de la fantasía". Es una idea ficticia basada en "pensamientos burlones". Porque ¿cómo tenía que dotar una divinidad o providencia a un ser con algo que dicha providencia no poseía? La Providencia no puede dotar a otros seres con facultades y talentos que ella misma no posee o desconoce totalmente. Por consiguiente, es imposible reconocer los métodos creadores y la manifestación de los seres vivos como más perfectos que los de la Providencia o Divinidad, es decir, el arte de crear propio de la naturaleza misma. El método creador de Dios se nos muestra, por consiguiente, vivo y perceptible en los fenómenos de la vida cotidiana, se nos miestra en la creación misma de nuestro propio nacimiento mental, en la evolución de nuestro propio pensamiento del primitivismo a la genialidad.


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