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| Ahora el objetivo del la humanidad ya no es "la guerra de todos contra todos", sino, al contrario, la evolución de los seres para dar lugar con su genialidad al "amor de todos hacia todos" | 1342. La humanidad ya no seguirá siendo llevada "en dirección descendente hacia la oscuridad" y, por consiguiente, ya no necesita caudillos de la oscuridad. La voluntad divina requiere ahora que la humanidad sea llevada "en dirección ascendente hacia la luz". Esta luz no es una "dirección única" de todos los hombres terrenos, no es un pintar a todos los seres con el mismo color o pintura, no es convertir a un ser en invisible o aniquilarlo como un punto rojo en un fondo del mismo color, sino, al contrario, un desarrollo total de "la individualidad" o manifestación del incipiente despliegue de genialidad especial de cada individuo concreto y distinta de la de otros seres, de modo que todos puedan ver la especial, sumamente genial o perfecta revelación del talento humano en la construcción del sumo amor al prójimo en forma de ciencia, arte y alegría de vivir. Hacer que cada uno de los individuos concretos de la humanidad sea un genio en el despliegue de su especial irradiación coloreada de los aspectos centellantes del amor, de modo que el conjunto de la humanidad terrena se pueda convertir en una perfecta ciudad estelar mental con soles con cada uno de los colores más centellantes, luminosos y cálidos del altruismo, es la voluntad divina hoy. El hecho de que el impulso mundial sobrenatural, cósmico o celestial ahora pasa por la Tierra fomenta esto. Y la identidad de este impulso con la voluntad divina fue lo que llevó al viejo impulso mundial de la oscuridad a caer en forma del "día del juicio final" o "la guerra de todos contra todos". Pero ahora los seres evolucionarán para dar lugar, por medio de su genialidad, al "amor de todos hacia todos". |
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