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| Por qué el viejo impulso mundial, con su veneración del asesinato y sus principios de opresión, tuvo que sucumbir | 1341. Mientras se creaba esta obra, hemos visto, de este modo, una vieja ideología mundial o un viejo impulso mundial desencadenar un último esfuerzo para conquistar el mundo. Hemos presenciado cómo esta fuerza impulsora, tan vivificadora y necesaria para la anterior dirección mental de la humanidad terrena, ahora sólo era una gran marea, una inundación de muerte y destrucción para toda evolución cultural, felicidad y bienestar humano terreno. Tanto había progresado la humanidad terrena en comprensión y avance mental de los impulsos luminosos que el impulso mundial, que antes era su alimento, evolución y protección mental y vivificadora hoy sólo es un ensangrentamiento pagano, animal de toda la moralidad, la cultura y la concepción de la vida humana terrena. A decir verdad, ¿no vive ya esta humanidad en una "nueva Tierra" mirando hacia un "nuevo cielo" desde el punto de vista mental? ¿No salta aquí a la vista que el impulso mundial, cuyo estertor de muerte en forma del gran drama mundial que recientemente hemos visto pasar por Europa, y que, mientras se escriben estas líneas, todavía se enfurece sobre Asia y el océano Pacífico, ya no puede tener efecto o dominar al conjunto de la humanidad terrena? Este impulso mundial se concentra en un "principio de caudillaje" dictatorial, que era una bendición para una humanidad antigua, que tenía una facultad de pensar y un intelectualismo físico muy poco desarrollados. Estas fuerzas dictatoriales fueron las que erigieron una inmensa "gloria real" alrededor de los grandes "dictadores" y "autócratas" del pasado, que habían sido iniciados y bendecidos con el grado de intelectualismo, conocimiento físico y concepto de la vida que todavía le faltaba totalmente al conjunto de la humanidad. Estos "dictadores" se convirtieron, por ello, en "caudillos" divinos o en los bienhechores de la humanidad de entonces. Se convirtieron en "los representantes de la Divinidad" en la Tierra. Pero, hoy la popularidad de tales seres no es duradera. De hecho, vimos que todas las fuerzas de este antiguo impulso mundial primitivo, este disfraz de la irrealidad o mentira, camuflado como "verdad", como "cultura" codo a codo con métodos violentos – "manos arriba o la vida" –, como ciega matanza a tiros o tortura, se imponía sobre todos los seres que no querían someterse a los profetas, caudillos o dictadores y demás representantes de este sacerdocio de muerte de este impulso mundial. Y sin embargo, a estos dictadores o sumos sacerdotes y ayudantes de este impulso mundial ya no les esperaba ninguna corona de oro adornada con piedras preciosas ni ninguna dignidad física y tampoco ninguna felicidad terrena o celestial, es más, ni siquiera un "Valhala", o morada de los héroes muertos en la lucha, seguía estando abierto para estos seres. Sólo esperaba "el patíbulo para los criminales de guerra" y "el desposeimiento de ser digno de la confianza humana" a aquellos que en la desesperación, la degradación y el horror de la justicia del impulso mundial luminoso todavía no se habían suicidado. En verdad, un impulso mundial religioso ya anticuado, un principio de caudillaje anticuado, una ideología fuera de uso, un camino espiritual, que ya no podía seguir siendo pisado por una humanidad terrena, cuya mayor parte ya hace tiempo que lo ha pasado y ahora, en virtud de un nuevo impulso mundial, avanza apresuradamente hacia la perspectiva de horizontes luminosos. No se le pudo obligar a mirar atrás y convertirse en una "estatua de piedra" tal como "la esposa de Lot" alejándose de "la destrucción de Sodoma y Gomorra". No tenía que seguir siendo dirigida hacia "la muerte". La voluntad de Dios condicionaba que tenía que ser dirigida hacia "la vida", y, por consiguiente, el poder, el esplendor y brillo animal del pasado en los terrenos humanos tuvieron que destruirse, tuvieron que convertirse en las oscuras nubes de humo de los humeantes montones de escombros que hoy se deshacen y se pierden en el puro éter del cielo. Y, con ello, una ideología mundial, un acto de voluntad del gobierno divino del mundo ha sido llevado a su final. Y una nueva voluntad divina se ha convertido en el poder y esplendor en el gobierno del camino de la vida humana terrena. |
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